RECLAMAN MEDIDAS

Los ganaderos del Maestrazgo, hartos de los ataques de los buitres

Reclaman medidas especiales para evitar las agresiones de las aves a las reses vivas.

Los ganaderos del Maestrazgo, hartos de los ataques de los buitres
Los ganaderos del Maestrazgo, hartos de los ataques de los buitres
HERALDO

Los ganaderos de la comarca del Maestrazgo se muestran impotentes ante los continuados ataques de los buitres a sus cabañas. Las aves han cambiado radicalmente sus hábitos alimenticios en los últimos años y en lugar de comer animales muertos, sus objetivos son ahora las reses vivas.

En el Maestrazgo, una de las comarcas de Aragón con mayor densidad de ganadería extensiva, sus habitantes dicen estar "hartos" de las pérdidas que ocasionan estas acometidas y, sobre todo, de la falta de medidas adoptadas por la Administración. Proponen regular la población de estas aves y crear minicomederos.

 

"Los ataques se producen durante todo el año, aunque se recrudecen en primavera", señalaba Joaquín Gargallo, ganadero de Mosqueruela, quien añadió que en esas fechas hay una media de una agresión diaria.

 

Según señalaba, desde junio hasta ahora, los buitres han acabado con cinco de sus terneros y una vaca, y agregó que no hay pastor en la comarca que no haya sufrido alguna vez en sus cabañas los ataques de estas rapaces. Las aves se muestran, además, cada vez más osadas, y llegan, incluso, a adentrarse en los corrales.

 

Hay algunos ganaderos que han optado por entablar contenciosos administrativos contra la Administración, pero son los menos, según explicaba Servando Gascón, de Cantavieja.

 

Este ganadero venía soportando hasta ahora en pasividad las agresiones de los buitres, pero el ataque a una vaca que estaba a punto de parir fue la gota que colmó el vaso. "Las pérdidas son cuantiosas para nosotros -señalaba Gascón-. Una vaca suele costar entre 1.600 y 2.000 euros, cantidades difíciles de asumir y de recuperar".

 

A pesar de los daños, los ganaderos se muestran remisos a denunciar, y se lo piensan mucho antes de acudir a los tribunales. "Es que, además de los costes que esto conlleva, contra la Administración hay poco que hacer", explicaba con desaliento Servando Gascón.

 

Justicia de Aragón

Como último recurso, los afectados han decidido presentar denuncias ante el Justicia de Aragón. Joaquín Gargallo ha sido el promotor de la idea. Se dirigió a esta institución en febrero y hace unas semanas le respondieron que sus protestas habían sido remitidas a la Consejería de Medio Ambiente.

Sin embargo, el ganadero de Mosqueruela no alberga demasiadas esperanzas en la resolución del problema. "Sabemos que la DGA propone un aumento de la red de muladares de Aragón, pero nosotros no creemos que sea lo más adecuado. Provocan la concentración de buitres en los territorios", explicaba Joaquín Gargallo. "Se han olvidado -añadía- de que el buitre es una especie silvestre, difícil de controlar y si ha aumentado su población y encima se ha restringido la creación de comederos, esta ave va donde encuentra comida".

 

Zona remota

Gargallo afirma que el gran problema es la superpoblación de las colonias de estas aves, declaradas especie protegida. Y considera que la ley europea de recogida de animales muertos tiene sus excepcionalidades. "En comarcas como esta, con gran densidad de ganadería extensiva, se plantea una mayor flexibilidad de la ley con la figura de zona remota, a la que nosotros aspiramos".

 

En primavera, la comarca llega a recibir bandadas de hasta 300 buitres en un solo pueblo y prácticamente el cien por cien de los ganaderos del Maestrazgo están afectados por este problema. La Asociación de Ganaderos de la comarca aglutina a unos 60 miembros.

 

En esta zona, reclaman que miembros de la citada Asociación participen en la Mesa del Buitre que se reúne periódicamente con la presencia de representantes de Medio Ambiente, sindicatos ganaderos y ecologistas para abordar posibles soluciones. "Creemos -explicaba Joaquín Gargallo- que tenemos mucho que decir y, sin embargo, nunca nos han llamado".