El inicio de las obras de reforma del interior de la iglesia de San Martín para su transformación en museo de la Semana Santa de Teruel se retrasa más de lo previsto, a pesar de que el proyecto ya se adjudicó el pasado mes de julio.

La reforma de la iglesia, que costará en torno a setecientos mil euros, es una vieja reivindicación de la Junta de Cofradías de Teruel, que viene demandando la intervención en el edificio desde hace una década. Cuando todo hacía prever el desbloqueo de los trabajos, tras su adjudicación a la empresa Arción este verano, el proyecto vuelve ahora a detenerse a causa de la prolija tramitación burocrática a que debe someterse.

El documento ha permanecido durante dos meses en la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Teruel, a la espera de obtener la licencia de obras; y desde el día 30 de septiembre, el proyecto -redactado por el arquitecto Joaquín Andrés- ha pasado a la Comisión Provincial de Patrimonio.

El presidente de la Junta de Cofradías, José Manuel Muñoz, mostraba su escepticismo a que las obras puedan comenzar este mismo año. No obstante, señaló que el presupuesto destinado a este fin no se perderá. "Creemos -dijo Muñoz- que la partida que ya está comprometida se mantendrá". Agregó que la adjudicación de los trabajos supone, al menos, un gran avance en el proyecto del Museo.

El acondicionamiento de la iglesia y de la sacristía será financiado por el Departamento de Obras Públicas del Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Teruel y el Obispado. La firma de un convenio suscrito a principios de este año establecía que el primer organismo aportaría el 80% del presupuesto y los otros dos, el 20% restante, distribuido a partes iguales.

La reforma de este edificio, además de proporcionar un espacio para mostrar la rica imaginería procesional, permitirá recuperar y revalorizar una iglesia que se encuentra fuera de culto desde hace más de cuarenta años.

Torre mudéjar

José Manuel Muñoz dijo que el estado en que se encuentra el interior de la iglesia, desprovista de imágenes y mobiliario y necesitada de una restauración, impide abrir al público la torre mudéjar, declarada patrimonio de la Humanidad en 1986 y restaurada en 2007.

Representantes de la Junta de Cofradías han mostrado su intención de solicitar en breve una reunión con el director general de Patrimonio del Gobierno de Aragón para pedir su colaboración en la redacción de un proyecto de museo. "Queremos -explicaba el presidente de la Junta- que el Departamento de Patrimonio se pronuncie acerca del contenido del museo". La idea es que la redacción del proyecto de contenidos pueda ejecutarse de forma paralela a las obras con objeto de agilizar la intervención.