SUCESO EN TERUEL

Herido muy grave un hombre en Castellote tras recibir un tiro a quemarropa de un vecino

El hijo de la víctima, de 6 años, presenció lo sucedido. El agresor huyó y más tarde se entregó a la Guardia Civil

Un hombre se debatía ayer entre la vida y la muerte tras recibir un disparo de un vecino en la localidad de Castellote, en pleno Maestrazgo turolense. Al parecer, la víctima, identificada como Javier Alloza, de 36 años y propietario de Talleres Alloza, mantenía desde hacía tiempo un conflicto económico con el agresor, Lázaro Aranda, de 50 años y dueño de una pequeña empresa de fontanería. Ambos eran propietarios de dos naves adyacentes en el polígono industrial, donde se produjeron los hechos.

 

El suceso tuvo lugar a las tres menos cinco de la tarde en el momento que la víctima se disponía a llevar a su hijo en coche al colegio público de la localidad. Al parecer, cuando ambos montaban en el vehículo, ubicado en la calle Mirador del Maestrazgo, el agresor asestó un golpe con una barra de hierro a la víctima y posteriormente, cuando se encontraba dentro del coche, le disparó en el abdomen con un revólver mientras el hijo del agredido, de tan solo 6 años, presenciaba los hechos.

 

Tras el disparo, el presunto agresor huyó y se dirigió a las instalaciones del camping Castellote. Según Carlos Gimeno, propietario del establecimiento, el agresor entró en el bar "muy alterado" y dejó el revolver encima del mostrador. Posteriormente, Aranda aprovechó que él estaba despistado para intentar esconder el arma en una de las porterías del futbolín existente en el local. En ese momento, el propietario se percató de la maniobra y le disuadió. A partir de ahí el agresor se derrumbó y empezó a llorar. "He cometido una burrada", le dijo a Gimeno. El dueño del establecimiento consiguió convencerle para que se entregara a la Guardia Civil y le acompañó hasta el lugar de los hechos, donde varios agentes del cuerpo de la localidad vecina de Mas de las Matas procedieron a arrestarle. Posteriormente, el detenido fue trasladado a las dependencias del cuartel del municipio, en cuyo calabozo ha pasado la noche a la espera de que hoy, previsiblemente, sea trasladado hasta los juzgados de Alcañiz.

 

Minutos después del disparo, la víctima fue atendida por personal sanitario del Centro de Salud de Mas de las Matas, que se acercó hasta Castellote. Debido a la gravedad de las heridas, el hombre fue trasladado en un helicóptero del 112 hasta el hospital zaragozano Miguel Servet, en el que fue intervenido de urgencia durante la tarde de ayer. La bala produjo graves daños en el estómago y el intestino de la víctima, que sufre fuertes hemorragias internas.

 

Al cierre de esta edición, el pronóstico del herido, que había perdido mucha sangre, era "muy grave" y permanecía en la UCI a la espera de una segunda intervención quirúrgica. La mujer del agredido se trasladó hasta las instalaciones sanitarias junto al alcalde del Castellote, Ramón Millán, que confiaba en la " juventud y la fortaleza de Alloza" para que se recuperase.

 

 

Los implicados, según los vecinos de la localidad, llevaban enfrentados desde hacía mucho tiempo por motivos económicos. Al parecer, la víctima debía cierta cantidad de dinero al agresor, hecho que pudo desencadenar la agresión.

 

Los dos residían en la localidad junto a sus mujeres e hijos. A pesar de que muchos de los ciudadanos de Castellote reconocieron que ambos implicados tenían diferencias, la mayoría manifestó que nunca se esperaban que pudiese suceder "algo así". Además, todavía se desconoce por qué el agresor tenía en su poder un revolver, puesto que a pesar de que practicaba la caza, una arma de estas características no es común entre los cazadores.

 

Según el alcalde del municipio, el presunto agresor "no es una persona conflictiva" y nunca había estado involucrado en peleas graves. Sin embargo, sí que reconoció que los implicados no mantenían una buena relación, aunque desconocía las causas concretas o su origen. Por su parte, María Ángeles Carceller, teniente de alcalde de Castellote, prefirió no avanzar ninguna hipótesis hasta que concluyan las investigaciones de la policía judicial.

 

El último suceso de estas características en la provincia se produjo en 2006, cuando Salvador Latasa mató a tiros a José Antonio Polo e hirió a José Ángel Sánchez, en la capital turolense. El agresor fue juzgado y condenado a una pena de cinco años de prisión por la Audiencia Provincial. El hermano del agresor, Miguel Ángel Latasa, fue procesado pero absuelto. Los agresores iban a una competición de tiro cuando la víctima se introdujo en el coche de los procesados y extrajo la llave del contacto. La Audiencia concluyó que actuaron en defensa propia y movidos por el pánico.