Los hosteleros de la Sierra de Albarracín han mostrado su preocupación por el retraso que arrastran las obras de consolidación de la ladera de la carretera Autonómica A-1512 en un punto situado a 200 metros del casco urbano de Albarracín. El desprendimiento de una gran roca el 1 de noviembre del año pasado y, ahora, los trabajos para evitar que se produzcan nuevos derrumbes mantienen a los municipios de la serranía casi incomunicados con la capital de la comarca y también con la ciudad de Teruel.

Las obras deberían haber terminado, según el anuncio de la DGA, el pasado 1 de febrero -dos meses después del inicio-, pero las adversas condiciones climáticas impiden avanzar al ritmo previsto. En lo que llevamos de invierno, los termómetros de la zona han bajado hasta los 12 y 13 grados negativos y ha nevado con mucha frecuencia. A ello hay que sumar que el punto kilométrico 29,100 de la A-1512 _-donde se produjo el desprendimiento- es un desfiladero por el que el viento sopla inclemente.

“Ha habido días en que se ha helado la lechada de hormigón que sujeta los bulones -barras de hierro- que se clavan en la roca para que no se disgregue”, explicó ayer el director del Servicio Provincial de Obras Públicas de la DGA, Félix Domínguez. “Otros días -continuó- no se ha podido trabajar de tanto frío que hacía o porque había nevado”.

Hay, según Domínguez, otra razón para el retraso, y es que la carretera se abre al tráfico de 16.00 a 09.00 horas en días laborables y durante todo el fin de semana con el objetivo de que los habitantes de la parte alta de la comarca de Albarracín tengan una mínima conexión con la ciudad de Albarracín, donde están los servicios básicos -colegio e instituto, centro de salud y comercios-. “Hemos limitado el horario de trabajo de la empresa para no dejar cortada la carretera durante todo el día”, explicó el director provincial de Obras Públicas.

Así, la nueva fecha de terminación de las obras se traslada a finales de febrero o principios de marzo, “y eso si los trabajos no se complican por el mal tiempo”, subrayó ayer Félix Domínguez.

“Sería desastroso”

La gerente de la Asociación de Empresarios Turísticos de la comarca, Begoña Sierra, reclamó que la carretera “esté terminada, al menos, antes de la Semana Santa”. “Si los trabajos continúan al llegar el Domingo de Ramos, será desastroso”, dijo.

La representante de los hosteleros de la Sierra de Albarracín admitió que el invierno “está siendo muy duro”. No obstante, reivindicó que, de cara a la primavera, las obras estén terminadas “para que las pérdidas económicas del sector no sean todavía mayores de lo que ya han sido”.

Begoña Sierra destacó que los restaurantes han perdido clientes “por haber estado cortada la carretera tanto tiempo”. Agregó que el temor que reina ahora entre los hosteleros es que los trabajos se prolonguen durante la Semana Santa. “Nos da miedo un nuevo retraso”, concluyó.

El alcalde de Royuela -uno de los municipios más afectados por el corte de la carretera-, José Blas Sánchez, acusó a la DGA de “no tener vergüenza”. “El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, nos prometió que las obras terminarían enseguida y aún estamos con ellas”, declaró. Sánchez quiso denunciar que “hay días en los que solo trabajan tres o cuatro personas y otros, solo dos. Los viernes, los obreros se van a las once y media o las doce de la mañana”.

Sánchez afirmó que la población “está indignada”. Explicó que “para realizar cualquier gestión en Albarracín se pierde toda la mañana, porque las rutas alternativas suponen un rodeo muy largo”. Este alcalde reclamó que se acondicionen otras vías existentes en la comarca a fin de que no vuelva a repetirse la situación si se corta la A-1512 en un futuro.

Una vecina de Royuela, Pilar Navarro, manifestó que resulta “muy incómodo” estar tanto tiempo con la principal vía cortada al tráfico.