TERUEL

Vecinos de la Sierra de Albarracín protestan por el corte de la carretera

Una veintena de personas salió ayer al paso de la comitiva del presidente de la DGA, que visitaba el acueducto romano, para pedir que acaben las obras que aíslan a 25 pueblos.

Un grupo de vecinos de distintos municipios de la Sierra de Albarracín salió ayer al paso de la comitiva oficial en la que viajaba el presidente del Gobierno aragonés, Marcelino Iglesias, para protestar por el corte -debido a las obras de consolidación de una roca- de la carretera A-1512, que mantiene mal comunicados desde hace semanas a los 5.000 habitantes de 25 localidades.


Los manifestantes sacaron una pancarta e hicieron sonar los silbatos que llevaban cuando los coches oficiales entraban en la localidad de Gea de Albarracín, donde el presidente de la DGA iba a visitar el acueducto romano que discurre entre Albarracín, Gea de Albarracín y Cella. Tras detenerse los vehículos y ser aparcados en una explanada cercana, Iglesias salió y se acercó a los vecinos para escuchar su reivindicación.


"Ya sabemos que las obras hay que hacerlas, pero sean rapiditos, por favor, y que las quitanieves limpien los desvíos alternativos todas las veces que haga falta, que nos jugamos el tipo cada vez que pasamos por ellas", protestó indignada una mujer.


Iglesias intentó calmar los ánimos explicando que estas navidades la DGA tiene previsto que se abra un carril de la A-1512 en aquel horario en que los obreros y las máquinas no estén trabajando. Además, el Departamento de Obras Públicas del Gobierno de Aragón confía en que en el plazo de un mes puedan acabar los trabajos definitivamente.


"No se trata de un problema de dinero ni de plazos ni de nada -dijo Iglesias-. Es, simplemente, que esas obras hay que realizarlas por motivos de seguridad". Momentos antes, delante de los manifestantes se habían detenido también el secretario provincial del PSOE, Vicente Guillén, y el presidente de la Diputación Provincial, Antonio Arrufat, que acompañaban al presidente de la DGA en su viaje por Gea de Albarracín.

"No nos contéis cuentos chinos -se quejó una mujer dirigiéndose a los políticos-. Lo que hace falta es que se arregle pronto esta carretera, que llevamos un montón de días aislados, que esto es como el muro de Berlín entre Albarracín y la Sierra".


Fue el pasado día 1 de noviembre cuando una roca de gran tamaño se desprendió de la ladera a unos 200 metros de la población de Albarracín en dirección a la Sierra y cortó la carretera. En una rápida inspección del terreno, los técnicos detectaron más grietas que amenazaban con provocar la caída de nuevas piedras, por lo que en los primeros días de este mes de diciembre la DGA optó por iniciar las obras de consolidación de la ladera interrumpiendo, para ello, el tráfico.


Doscientos kilómetros cada día


La médico de Terriente, Moscardón, El Villarejo, Toril y El Vallecillo, Carmen Malo, denunció que, debido al corte de la carretera A-1512 que une Albarracín con el interior de la Sierra, las enfermeras de la zona deben recorrer a diario 200 kilómetros para llegar hasta su puesto de trabajo y regresar a su casa. Las rutas alternativas establecidas por el Gobierno aragonés obligan a dar rodeos de 50 kilómetros para viajar entre municipios distantes solo 12 kilómetros, como ocurre entre Albarracín y Royuela.


La farmacéutica de Albarracín, Elena Pérez, que tiene a su cargo 13 botiquines repartidos por otros tantos municipios del centro de la Sierra, explicó que para abastecer de medicamentos dichos puntos tiene que recorrer hasta 60 kilómetros en zonas donde antes apenas cubría trayectos de 10 kilómetros. Puso como ejemplo la ruta que debe realizar para llegar hasta el recóndito municipio de El Vallecillo.


Las molestias que ocasiona el corte de la carretera son tales, que muchas personas que viven en la Sierra y trabajan en Albarracín o Teruel, y a la inversa, han ideado una curiosa solución. Consiste en disponer de dos coches, uno de los cuales se queda aparcado al principio de la obra y otro, al final. Así, el usuario llega en un vehículo hasta uno de los extremos de la zona cortada, baja a la orilla del río y recorre andando los escasos 20 metros de obras, para luego subir y coger el otro coche, que le conduce hasta su destino. La DGA ha acondicionado un pequeño sendero a la orilla del río que facilita el tránsito de los habitantes que adoptan esta medida.


Iglesias recorrió ayer unos tramos del acueducto romano, que está siendo recuperado y ya es visitable en varios puntos. Con una longitud de 25 kilómetros, es la obra de este tipo más larga de España.