TERUEL

El corte del principal acceso a la sierra de Albarracín impone rodeos de 50 kilómetros

El director general de Carreteras anuncia que el tráfico se puede restablecer, parcialmente, en dos semanas.

El director general de Carreteras, Antonio Ruspira, admitió ayer que, al menos durante las próximas dos semanas, será "imposible" abrir al tráfico la carretera A-1512, vital para las comunicaciones de la sierra de Albarracín con la cabecera comarcal y con Teruel. La vía autonómica permanece cortada desde el pasado viernes a raíz de unos desprendimientos, y las obras de consolidación no ofrecerán garantías de seguridad para circular hasta dentro de quince días.


El cierre del principal acceso a la comarca impone rodeos de hasta 50 kilómetros a los vecinos de la sierra. Un residente en Tramacastilla denunció que, para llevar ayer a su madre al hospital Obispo Polanco de Teruel, tuvo que hacer un viaje de 80 minutos frente a los 35 que cuesta normalmente. Para ir desde la localidad a Albarracín hay que recorrer más de 60 kilómetros en lugar de los 14 habituales. La misma fuente señaló que "la duración de los desplazamientos a Teruel o Albarracín se multiplica, y eso si hace buen tiempo, porque si nieva pueden ser un auténtico calvario".


Antonio Ruspira, que visitó la ladera que amenaza con desplomarse sobre la calzada, señaló que mientras se ejecuta la segunda fase de la consolidación es posible que el tráfico pueda reanudarse, pero solo parcialmente -de las 16.00 a las 9.30-. La primera parte de las obras consiste en colocar una malla y una red de cable metálicas para sujetar el peñasco más inestable. La actuación se completará con la colocación de unos bulones que se hundirán 10 metros en la roca para reforzarla. La DGA ha descartado la demolición de la peña que amenaza con desgajarse de la ladera, como indica una inquietante y profunda grieta.


El anuncio del director general pretende calmar el profundo malestar que el corte de la carretera y su planificación han provocado en los pueblos del interior de la sierra de Albarracín. Los servicios de reparto, la actividad turística y el acceso a los centros educativos y sanitarios se han visto muy entorpecidos, al depender en gran medida de la conexión con la cabecera comarcal. Quince alumnos del instituto de Secundaria de Albarracín de entre 12 y 16 años procedentes de Torres, Tramacastilla, Noguera y Royuela pernoctan desde el lunes en el CRIET ante la dificultad del regreso diario a sus casas.


Los hosteleros están, además, en pie de guerra porque consideran que la intervención en la ladera problemática se ha demorado en exceso, impone rutas alternativas muy vulnerables a las nevadas y se inició sin una adecuada señalización. La gerente de la Asociación de Empresarios Turísticos de la comarca, Begoña Sierra, explicó que el cierre de la A-1512 provocó la anulación del 90% de las reservas de alojamientos y comidas en la zona. Sierra manifestó el "descontento" del sector hostelero por la escasa información facilitada por la DGA y por la precariedad de las alternativas de acceso, que alargan considerablemente los desplazamientos.


La gerente de la asociación empresarial abogó porque se cumplan los compromisos de Ruspira, porque si la carretera sigue cortada la próxima Navidad "el trastorno sería muy grave". El gerente de la Hospedería del Batán de Tramacastilla, Sebastián Roselló, señaló que el próximo puente festivo, con la carretera cortada, las reservas han caído el 50%, "pero si nieva bajarán un 100%".


El director general de Carreteras explicó al presidente y a consejeros de la Comarca de la Sierra de Albarracín los pormenores de la intervención en la A-1512, una actuación "de emergencia" que costará 215.000 euros. Ruspira admitió que la señalización del corte debe mejorarse, al menos con la advertencia de que la carretera está abierta hasta Albarracín.


Los responsables comarcales reclamaron mejor señalización y consideraron que la información de la DGA ha sido deficiente y tardía. El presidente de la comarca, Benito Lacasa, afirmó que los detalles del corte y de las obras se conocieron "tarde y mal". Lacasa hizo, no obstante, un "llamamiento a la calma" y reconoció que "la seguridad es lo primero". Afirmó que la sierra "no está incomunicada", aunque admitió que los desplazamientos se alargan considerablemente. Todos los responsables comarcales pidieron la máxima celeridad en las obras.