TERUEL

Las obras hidráulicas del Bajo Aragón se recuperan para una ruta turística

Un total de 38 construcciones de distintos municipios, entre ellas fuentes, pozos y norias, han sido restauradas. Ya se ha editado una guía de bolsillo y se quiere publicar un libro

El ingenio hidráulico de los bajoaragoneses a lo largo de siglos para almacenar el agua, transportarla de un lugar a otro y asegurar su aprovechamiento ha dejado múltiples huellas en los municipios de la Tierra Baja. Son obras como molinos, acequias, baños, acueductos, fuentes, norias, presas y azudes. Estructuras que a lo largo de los siglos han servido para usar y disfrutar el agua, y que hasta ahora han permanecido en el olvido.


Parte de este legado se encontraba en una lamentable y ruinosa situación. Por eso, la Diputación Provincial de Teruel, con la ayuda del Gobierno de Aragón y de la Expo 2008 ha invertido casi 2 millones de euros en restaurar estas obras hidráulicas. Gracias a estas actuaciones, se ha podido asegurar la pervivencia de algunas de las estructuras. Pero el objetivo último no es otro que crear un recorrido cultural y turístico: la ruta de las obras hidráulicas históricas del Bajo Aragón.


La iniciativa surgió en 2007 con el fin de dar a conocer estas piezas y subrayar la importancia que han tenido para los habitantes del Bajo Aragón centuria tras centuria. Tiene previsto llegar a su fin coincidiendo con el de la exposición zaragozana.


La primera fase de este proyecto ya está cerrada. Ha consistido en la restauración de estas obras relacionadas con el ciclo del agua. Actualmente, se trabaja en la puesta en valor de estos pequeños monumentos a través de una adecuada señalización que permita una visita fácil y didáctica.


En esta ruta, el visitante podrá disfrutar de 38 obras, ubicadas cerca de 40 municipios distintos, que conforman una muestra representativa de obras rurales y de la arquitectura más tradicional. Situados en la margen derecha del Ebro, estos monumentos se ubican en las cuencas de los ríos Aguasvivas, Martín, Regallo, Guadalope, Matarraña y Algás. Un área de 4.200 kilómetros cuadrados que contará con un centro de interpretación en Alcañiz.


Pero la importancia de estas pequeñas joyas no reside solamente en su valor intrínseco. Como comentó Antonio Arrufat, presidente de la DPT, "están situadas en unos entornos medioambientales magníficos, con una riqueza natural envidiable". Además, la mayoría de estas estructuras ya desaparecieron hace tiempo en los lugares de origen de las personas que visitan la región. De ahí, la importancia de conservarlas e incluirlas en el catálogo patrimonial aragonés.


De entre todas las recuperaciones, Arrufat destacó la realizada sobre el acueducto de Beceite. Se trata de una construcción en mampostería y sillería de piedra caliza con tres arcos semicirculares que transporta, aún hoy día, el agua de la acequia salvando el barranco de Els Predicadors. La base estructural es, probablemente, de origen musulmán.


Uno de los conjuntos más grandes es la Fuente de la Cuesta del Pozo, en el municipio de La Fresneda. Es un complejo hidráulico, consistente en balsa, surtidor, abrevadero y lavadero, datado a finales del XVI. Las obras ocupan una superficie de 750 metros cuadrados. De ellas, la más importante es la fuente, constituida por una gran nave de planta rectangular cubierta con una bóveda de medio cañón sustentada por gruesos muros.


Una noria


Una de las pocas norias que aún existen en el Bajo Aragón se encuentra en Las Parras de Castellote. La estructura es una obra del siglo XVIII que se utilizaba para regar las tierras de labranza. Presenta el aspecto de un torreón macizo de planta circular de unos 7 metros de altura. En el interior existe un pozo de 9 metros de profundidad. Una caballería giraba alrededor, y mediante un sistema de ruedas dentadas y engranajes, extraía los cangilones llenos de agua desde el pozo, para verterla a continuación en una canalización construida con tejas árabes.

Éstas y el resto de las 38 obras pueden verse en una pequeña guía de bolsillo editada por PRAMES y por la DPT. En ella se recoge un resumen del proceso de reparación acompañado por una amplia muestra fotográfica.


Además de esta guía, Santiago Martínez, director de las obras, manifestó la intención de la DPT de poner en marcha una página web divulgativa sobre la Ruta de las obras hidráulicas históricas del Bajo Aragón. Junto a esta página se pretende publicar, en edición de gran formato, un libro promocional donde el componente visual tendrá una importancia capital, con imágenes de gran tamaño que permitan al lector admirar la belleza de las obras.