TERUEL

La protección de los márgenes de un tramo del parque fluvial, arrasada

Tras las lluvias del mes pasado, el río se llevó por delante la barrera de estacas incluida en el proyecto de acondicionamiento de riberas que ejecuta la CHJ y que aún no está acabado.

El agua ha arrastrado la protección de los márgenes instalada en el tramo final del Alfambra y en el inicial del Turia dentro del proyecto de acondicionamiento de riberas que ejecuta la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Las intensas lluvias de finales de mayo y principios de junio, aunque no alcanzaron el carácter de riada, fueron suficientes para arrancar de cuajo la barrera de estacas y "biorrollos" -unos cilindros de material orgánico que facilitan la revegetación- en decenas de metros.


Una portavoz de la CHJ reconoció que las crecidas de la pasada primavera han causado "desperfectos" en la protección de los márgenes del río. La misma fuente calificó, no obstante, de "normal" el incidente, y aseguró que los destrozos se van a reparar, aunque no precisó cómo.


Los restos de la protección arrancada todavía se pueden ver dispersos por el cauce en el tramo alto del Turia, mientras que los refuerzos a base de escolleras ha resistido la embestida del agua. Aunque la finalización de las obras estaba prevista para la primavera de 2008, están todavía sin terminar y actualmente no presentan ninguna actividad.


El portavoz de Ecologistas en Acción-Otus -organización que ha seguido de cerca la intervención-, Nicolás Ferrer, señaló que la mejor protección para evitar la erosión en los márgenes de un río "es la que proporciona la vegetación", que sujeta la tierra, absorbe agua y frena su velocidad.


A su juicio, la instalación de los biorrollos fue "exagerada". Ferrer añadió que el río tiende a recuperar su forma inicial en caso de invasión del cauce y es lo que ha ocurrido con las barreras de protección. Para el portavoz de Otus, la pared de "biorrollos" y estacas "no era necesaria". Advirtió, no obstante, que instalar escolleras sería todavía más agresivo y superfluo.


Vecinos del futuro parque fluvial criticaron otros aspectos del proyecto y su actual situación de "abandono y tierra de nadie". Señalaron que la maleza crece descontrolada y se deteriora el mobiliario instalado. "Además -agregaron-, desde hace mes y medio las obras están paradas". También cuestionaron que el acceso al Puente de Hierro desde los Franciscanos solo se pueda hacer por escaleras y no se haya previsto la supresión de barreras arquitectónicas, "algo increíble a estas alturas".


Desde la CHJ admitieron que, a la espera de un modificado del proyecto en tramitación, los trabajos "pueden sufrir un parón". Los cambios previstos, negociados con el Ayuntamiento, afectan, principalmente, a la introducción del sistema de alumbrado del parque fluvial, que no estaba previsto inicialmente.