TERUEL

La fiscalía detecta 60 puntos negros para la conservación de los bosques

Son barbacoas defectuosas y vertederos sin sellar, cuyo uso podría originar un incendio el próximo verano, que se prevé muy seco. La Justicia estima la cifra muy elevada y no descarta acusar de desobediencia a los ayuntamientos que no neutralicen el peligro.

La fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo de la Audiencia Provincial de Teruel ha detectado 60 infraestructuras repartidas por toda la provincia cuyo uso esta primavera y el próximo verano podría ocasionar un incendio en la masa forestal, habida cuenta de los defectos que poseen y de la extrema sequía que registran, en general, todas las comarcas turolenses.


Se trata principalmente de barbacoas y escombreras que no cumplen la normativa y que la administración competente tendrá que adaptar a la nuevas exigencias si no quiere tener problemas con la Justicia. El fiscal responsable del Área en Teruel, Jorge Moradell, ya advirtió ayer que los ayuntamientos o comarcas que no realicen obras en las próximas semanas para neutralizar el riesgo de incendio en aquellos lugares donde se han encontrado problemas, podrían ser acusados de desobediencia y denunciados por ello.


Para Moradell, la cifra de puntos negros es "muy elevada" en relación a la escasa población de la provincia, lo que ha llevado a la fiscalía a prestar la suficiente atención al problema. Tras haber encargado en 2006 a los coordinadores medioambientales de cada zona -dependientes de la DGA-, la realización de un censo de las infraestructuras potencialmente peligrosas, desde el pasado día 1 los agentes forestales recorren el territorio turolense constatando en qué municipios se han corregido las deficiencias y en cuáles no, después de que los ayuntamientos recibieran los correspondientes apercibimientos. Los resultados finales se conocerán el próximo mes de junio.


Seis zonas


Moradell explicó que existen puntos negros en las seis grandes zonas en que se ha dividido la provincia: el Bajo Aragón, el Jiloca, Teruel, Albarracín, Mora de Rubielos y el Maestrazgo. No obstante, también destacó que confía "en la buena voluntad de los ayuntamientos". "Se trata de una labor preventiva -continuó el fiscal de Medio Ambiente y Urbanis- mo- para evitar que este verano, que va a ser muy peligroso por la sequía, haya incendios. Esperamos que este trabajo sea positivo".


En alguna de las zonas más sensibles, como la serranía de Albarracín, se han sellado en un 99% de los casos las escombreras y se han eliminado las barbacoas viejas, aquellas que no estaban bien cerradas ni sobreelevadas y tampoco contaban con la llamada "chimenea matachispas". Están pendientes de arreglo, por ejemplo, el vertedero de Noguera, muy próximo al bosque, y el de Bronchales, en los que habría que realizar cortafuegos o cambiarlos de ubicación.


En el Bajo Aragón, fuentes próximas a la inspección destacaron que no existe ningún punto extremadamente peligroso, pero que ha sido necesario demoler el 50% de las barbacoas -una decena aproximadamente- por encontrarse en mal estado. Aún quedan algunas pendientes de actuación, como la que hay en la ermita de Pueyos de Alcañiz, si bien ya existe un acuerdo con los jubilados de la localidad, que a menudo realizan mejoras en este área recreativa, para su reforma.


Las mismas fuentes del Bajo Aragón alertaron de la grave sequía que hay en esta zona de la provincia, donde no ha habido lluvias ni en invierno ni en primavera. La pasada semana hubo precipitaciones a lo largo de una jornada en Alcañiz sin que se recogieran más de ocho litros por metro cuadrado, una cantidad muy baja para la falta de agua que existe.


El alcalde de Cantavieja, Miguel Ángel Serrano, destacó que en el Maestrazgo se está intentando cumplir la normativa al pie de la letra. En su opinión, se ha hecho una gran labor, si bien hay cosas pendientes, como la mejora del merendero de El Rebollar, rodeado de pinos, donde la barbacoa no reúne las condiciones.