TERUEL

Las viviendas protegidas que se construyen en pequeños municipios apenas tienen demanda

La DGA hará una campaña informativa en Fuentes Claras, donde 7 de sus 8 unifamiliares carecen de solicitantes.

Frente a las largas listas de demandantes de viviendas de protección oficial que hay en las ciudades, en el medio rural turolense, con municipios que no superan el millar de habitantes y en en los que el suelo edificable es abundante, faltan a menudo compradores para este tipo de inmuebles promovidos por los ayuntamientos y subvencionados por el Gobierno aragonés.


En Fuentes Claras, una localidad del Valle del Jiloca con 750 habitantes, la Diputación General de Aragón y el Consistorio se han visto en la necesidad de realizar una campaña informativa entre la población con el objetivo de encontrar compradores para siete de los ocho unifamiliares protegidos que se están construyendo a la entrada del municipio.


Cuando en el año 2004 el Ayuntamiento de Fuentes Claras empezó a dar los primeros pasos para poner en marcha una promoción de ocho unifamiliares de protección oficial, había 20 personas interesadas en adquirirlos. En 2007, el mismo año en que se iniciaron las obras, la DGA llevó a cabo el sorteo de las viviendas entre un total de 14 inscritos, de los cuales ocho resultaron adjudicatarios y otros seis quedaron en reserva.


Pero las cifras no quedaron ahí. Posteriormente, como explicaron ayer desde la empresa pública Suelo y Vivienda de Aragón, a través de la cual el Ejecutivo autónomo lleva a cabo la construcción de viviendas protegidas, 12 interesados renunciaron a su suerte, de los cuales seis eran adjudicatarios y el resto, en reserva. De las dos familias que obtuvieron la posibilidad de comprar una casa en Fuentes Claras, una de ellas no podrá recibirla al no cumplir las condiciones exigidas.


"No han tenido paciencia"


La pérdida de compradores ha contrariado al Ayuntamiento, cuyo alcalde, Joaquín Sánchez, dijo ayer que los solicitantes de estas viviendas unifamiliares "no han tenido paciencia para esperar a que se construyeran las casas y han buscado otra solución, quizá adquirir un piso en localidades cercanas, como Calamocha o Monreal".


Para encontrar posibles interesados en la adquisición de estos unifamiliares, que estarán acabados este año, Sánchez quiso lanzar ayer un mensaje tentador. "Fuentes Claras está muy bien situada, cerca de Calamocha y Monreal del Campo y a un paso de la autovía Mudéjar. Además, aquí no falta el empleo ni la vivienda", dijo el alcalde.


El próximo 6 de febrero, técnicos de la empresa Suelo y Vivienda y representantes del Ayuntamiento mantendrán un encuentro con los vecinos del municipio para explicar a estos las ventajas de una vivienda de protección. "Los unifamiliares se están construyendo y se tienen que vender, más tarde o más temprano, por eso, hemos de hacer algo", dijo el alcalde.


Desde Suelo y Vivienda indicaron que lo sucecido en Fuentes Claras no supone un caso aislado en Aragón ni aún siquiera en la provincia de Teruel. Si bien el número de viviendas sin comprador frente a las que han encontrado adjudicatario no había sido tan elevado en una misma promoción, estas fuentes oficiales explicaron que en Híjar también se registraron problemas y algo muy similar a lo acontecido en la localidad del Jiloca turolense ocurrió en Fraga (Huesca).


De hecho, Suelo y Vivienda explicó que en municipios pequeños siempre pone en marcha un número de viviendas protegidas menor que el de demandantes, "porque desde que empiezan los trámites hasta que terminan las obras, puede cambiar la situación económica o familiar de los solicitantes o, simplemente, estos pueden adoptar otra decisión".


Las mismas fuentes señalaron que en el medio rural la diferencia de precio entre una vivienda protegida y otra libre no es tan elevada como en una ciudad, debido en gran parte al menor coste del suelo, por lo que muchos vecinos deciden construírsela a su gusto aunque sea prescindiendo de las subvenciones oficiales de la DGA.