Teresa Bordeais sigue ingresada y evoluciona favorablemente

>> La excursionista francesa que se perdió hace 11 días en Ordesa fue encontrada ayer sana y salva.>> Un helicóptero de la Guardia Civil la avistó en el fondo de un barranco del cañón de Añisclo.

Foto tomada desde el helicóptero en el momento del rescate
Teresa Bordeais sigue ingresada y evoluciona favorablemente
GUARDIA CIVIL

 


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 Lugar donde desapareció 

 Zona del rescate

 

Teresa Bordeais, la montañera francesa de 61 años rescatada ayer en la zona del barranco de La Pardina, entre el Valle de Ordesa y el Cañón de Añisclo del Pirineo oscense, después de permanecer durante once días perdida, continúa ingresada en el Hospital San Jorge de Huesca, pero evoluciona favorablemente.


Así lo ha indicado el capitán del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil de Huesca, Pedro Garijo, quien ha explicado que en el momento del rescate la mujer presentaba "fuertes síntomas de fatiga", algo normal ya que llevaba once días durmiendo a la intemperie y "alimentándose únicamente de agua del fondo de un barranco" y de hojas.

 

Miguel Domínguez, sargento del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de Boltaña, señalaba que ha sido "una suerte, pero una suerte muy trabajada". Durante once días, los grupos de rescate de la Guardia Civil han estado buscando sin descanso a la montañera extraviada.


En grupos de entre dos y veinte personas efectivos de búsqueda y rescate han estado rastreando la montaña, hasta que finalmente desde un helicóptero divisaron un punto rojo sobre una piedra. Según relatan los protagonistas del hallazgo, al principio no se lo creían y pasaron unas cuantas veces sobre la zona. Finalmente, se dieron cuenta de que aquella mancha colorada era una camiseta que la montañera había colocado sobre una roca.


Teresa Bordeais iba bien preparada para su particular odisea, vestía pantalones y chaqueta impermeables que le protegieron de las tormentas de los pasados días. Sin embargo, el color de esta vestimenta, el verde, dificultaba las labores de búsqueda al confundirse con el entorno. Fue gracias a la camiseta roja que descansaba sobre una roca por lo que Teresa fue finalmente divisada y rescatada por el helicóptero de la Guardia Civil. 

 

"No me he movido del sitio en todo este tiempo". Decía Teresa Bordeais, que ha conseguido sobrevivir 11 días en el fondo de un barranco del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. La mujer francesa, de 62 años y que desapareció el pasado 26 de junio en el Cañón de Añisclo, fue localizada ayer a las 16.15 por los equipos de rescate de la Guardia Civil en el fondo de un cauce cercano, el de La Pardina. Estaba algo desorientada, pero en perfecto estado de salud.


Durante los once días que Teresa Bordeais estuvo atrapada en el fondo del barranco pudo beber agua de un arroyo, según comentó a algunas de las personas que la atendieron desde que fue rescatada. "No tenía nada de comer", les confesó y explicó que para alimentarse comió hojas de la vegetación que la rodeaba. "Comía las hierbas que veía que cogían los pájaros", relató la mujer a las personas con las que mantuvo contacto después de su salvamento.


"Recé mucho para que me localizaran", apuntó la senderista francesa que, además, confirmó que sabía que la estaban buscando ya que en alguna ocasión vio sobrevolar el helicóptero por encima del lugar en el que se encontraba, aunque el color verde de su ropa dificultaba su localización.

Un gran esfuerzo


Nadie daba ya nada por encontrar con vida a esta senderista gala de la que se perdió la pista hace una semana y media, cuando practicaba senderismo en esta zona junto a 13 compatriotas más, entre ellos su marido, que ejercía de guía. Conforme habían ido pasando los días, las esperanzas se habían diluido, aunque no así los esfuerzos de los grupos de montaña de la Guardia Civil, que seguían rastreando la zona a diario y realizando, de vez en cuando, intensas búsquedas para localizar cualquier pista que les ayudara a dar con el paradero de Teresa Bordeais, vecina de Lecousse, una población de la Bretaña francesa.


La de ayer era una de esas intensas operaciones en las que, según vecinos del valle, participaban cerca de una veintena de agentes de los grupos de Boltaña, Jaca y Benasque. Había arrancado a primera hora de la mañana, aunque el helicóptero con base en Benasque se incorporó algo más tarde ya que estaba el cielo muy cubierto. El operativo se iba a prolongar hasta bien entrada la tarde rastreando a pie los frondosos y escarpados barrancos de la zona cuando, de repente, sobre las 16.15, el helicóptero divisó algo en el fondo del cauce de La Pardina, contiguo al de Capradiza, el lugar donde aseguraba el grupo que iba con ella de excursión que la habían visto por última vez.


La sorpresa fue mayúscula para los agentes que conformaban el amplio operativo, en el que también estaba el helicóptero y un médico del 061 especialista en montaña. Y es que la mujer estaba viva, a pesar de llevar 11 días perdida y de no tener comida. Además en la zona, como confirmaron desde el Hotel Palazio de Nerín, en los últimos días ha habido bastantes tormentas, sobre todo eléctricas, y las noches han sido frescas, con temperaturas entre los ocho y nueve grados. Aunque eso sí, tenía agua, la del propio barranco.


Al menos uno de los agentes de montaña descendió hasta el fondo del barranco para recogerla. El helicóptero, con un sistema similar a una grúa, sacó a la mujer del fondo del cauce. Una vez arriba, el médico le realizó un primer reconocimiento. Teresa Bordeais no tenía ni un rasguño, estaba en perfecto estado y con las constantes vitales estables, aunque algo desorientada respecto al número de días que llevaba desaparecida o a las veces que había visto el helicóptero.


El mismo helicóptero de la Benemérita la trasladó al hospital San Jorge de Huesca, donde a última hora permanecía todavía en observación. No obstante, estaba previsto que pudiera pasar a planta a lo largo de la noche.

Rastreos intensos en Capradiza


Los rastreos han sido intensos en el barranco de Capradiza, paralelo al lugar donde fue hallada la Teresa Bordeais ayer. Por medio de rápeles han rastreado casi palmo a palmo todo el fondo del barranco. Porque fue ese el lugar en el que el marido de esta superviviente francesa y los otros doce miembros de la excursión señalaron como la zona donde la vieron por última vez.


Al parecer, se habían perdido y mientras el resto del grupo fue a comprobar si encontraban la ruta, la mujer se quedó sentada. Al volver, ya no la encontraron. La buscaron, pero nada. La intentaron llamar a voces, pero tampoco. Entonces dieron aviso a los equipos de emergencia. Mientras ya nadie se hacía eco del suceso, las labores de búsqueda no han cesado en la zona, tanto es así que ayer los vecinos del valle, emocionados con la noticia, hacían hincapié en la gran labor de los grupos de rescate de la Guardia Civil de Montaña. "No han levantado la cabeza del cañón, han estado allí todos los días jugándose el pellejo y hoy estaban emocionados porque es increíble lo que ha pasado", apuntó Begoña Ponz, de Casa Carpintera de Escalona, el lugar donde se alojaba el grupo de montañeros y que al igual que muchos de los que han vivido esta historia de cerca se emocionó al conocer el feliz desenlace.