Seis personas han muerto ahogadas en los últimos tres meses en Aragón

Cinco personas han fallecido en accidentes en ríos del Pirineo y la Sierra de Guara. Y un joven perdió la vida al intentar cruzar el Ebro a nado en Zaragoza.

Los ríos (y embalses) pueden esconder graves peligros. En los últimos tres meses, seis personas han perdido la vida ahogadas en ríos aragoneses, además de la familia que falleció ayer en el embalse de Santolea.


Desde mayo, cinco personas han fallecido practicando barranquismo en la provincia de Huesca: un hombre murió en Castejón de Sos (1 de mayo); una mujer falleció en otro barranco en Torla (22 de mayo); otra mujer se ahogó en una poza de Fanlo; un hombre murió en el río Mascún, en la Sierra de Guara (12 de junio) y otra barranquista perdió la vida ahogada en el río Formiga, en Loporzano (12 de julio).


Además, un joven rumano que no sabía nadar murió al intentar cruzar a nado el río Ebro en Zaragoza, a la altura del Pabellón Puente. Un remolino en el río se lo tragó el 27 de mayo y su cuerpo se recuperó cuatro días más tarde. Responsables del servicio de Salvamento Acuático de Bomberos explicaron a Heraldo que pese a la aparente tranquilidad del Ebro en su tramo urbano, el río tiene varios puntos conflictivos que no son muy conocidos por la población.


Este verano está siendo especialmente trágico en la montaña en Aragón. En lo que va de año, 17 personas han perdido la vida en diversos accidente (aludes, ahogamientos o caídas). Hay todavía mucha nieve acumulada, que puede provocar aludes y subidas en los niveles de agua de los barrancos.