AGRICULTURA

Se han puesto en riego 7.500 de las 20.000 hectáreas previstas

El Pebea y los regadíos sociales son más exigentes con los agricultores, que tienen que adelantar el dinero desde el principio.

Captación de agua para los regadíos del Pebea en Nonaspe.
Se han puesto en riego 7.500 de las 20.000 hectáreas previstas
M. C. RIBó

Trece años después de que las Cortes aprobaran la ley que impulsó el Plan Estratégico del Bajo Ebro Aragonés (Pebea), el Departamento de Agricultura reconoce que el balance de es programa autonómico de regadío es menos satisfactorio de lo que se esperaba. En este tiempo se han transformado 7.500 hectáreas, lo que supone algo más de la tercera parte de las 20.000 previstas inicialmente.


La DGA pretendía agotar esa superficie en el periodo 1997-2006 con un plan que capta el agua del Ebro o de los embalses de Mequinenza y Ribarroja mediante un bombeo. Pueden acogerse a él todas las comunidades de regantes situadas en el tramo de río que va desde Pastriz hasta Fayón, pero lo cierto es que hasta el momento el Gobierno de Aragón solo ha ejecutado seis transformaciones que en total suman 5.300 hectáreas. No obstante, también ha habido propietarios que han preferido hacer las obras por su cuenta acogiéndose a las ayudas autonómicas. Con esa fórmula se han puesto en riego otras 2.200 hectáreas.


Estas bajas cifras de ejecución del Plan Estratégico del Ba- jo Ebro Aragonés se explican por las condiciones a las que deben hacer frente los regantes que quieren transformar sus parcelas.


En los sistemas de interés general, la DGA y el Estado pagan las obras íntegramente y los beneficiarios tienen que devolver el 60% del coste en 25 años. En cambio, en los regadíos del Pebea los agricultores tienen que poner el 15% del presupuesto desde un primer momento, lo que les obliga a pedir un crédito.


Por tanto, esta fórmula es más exigente con los regantes y hace que las comunidades de base se lo piensen mucho. Además, Agricultura no empieza a tramitar las transformaciones hasta que los solicitantes cuentan con la correspondiente concesión de aguas de la CHE y con una declaración de impacto ambiental positiva.


Pese a todo, la Consejería que dirige Gonzalo Arguilé tiene sobre la mesa distintas iniciativas de creación de regadíos a través del Pebea que en total suman 11.500 hectáreas y que, si finalmente se llevan a cabo, dejarían el plan al borde de sus objetivos. Entre ellas destacan las planteadas en Escatrón y el Bajo Martín.