PLENO DE LAS CORTES

Rifirrafe entre Almunia y Suárez

La consejera de Presidencia del Gobierno aragonés, Eva Almunia, y el diputado del PP en las Cortes de Aragón Antonio Suárez han protagonizado un rifirrafe en la última sesión de control de la legislatura por el respeto que el Ejecutivo autonómico debe a la Cámara.

Eloy Suárez.
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La consejera de Presidencia del Gobierno aragonés, Eva Almunia, y el diputado del PP en las Cortes de Aragón Antonio Suárez han protagonizado un rifirrafe en la última sesión de control de la legislatura por el respeto que el Ejecutivo autonómico debe a la Cámara.


Con motivo de una interpelación a Almunia sobre las relaciones institucionales del Ejecutivo aragonés, Suárez ha afirmado que el Gobierno ha «despreciado» al Parlamento en algunos momentos, especialmente ella, porque ha estado en las Cortes «de campo y playa» y ha utilizado, ha dicho, todo tipo de «artimañas» para comparecer lo menos posible.


Suárez ha criticado que sigan pendientes 32 comparecencias de miembros del Gobierno de las 42 solicitadas por el PP este año y 126 preguntas de 224, y ha preguntado a Almunia si no de la «vergüenza» que acabe la legislatura sin haber acudido a la Comisión de Presidencia y Relaciones Institucionales.


Además, ha recriminado al Gobierno que por primera vez, según recuerdan los «históricos» del Parlamento, no haya defendido una ley, la de Mediación Familiar, porque piensan que con tener mayoría «esto puede ser un sistema totalitario».


El Gobierno, ha recalcado, tiene la obligación de gestionar los asuntos de la Comunidad, pero el «sueldo» también incluye la obligación de comparecer en las Cortes, facilitar información y ser transparente en su acción.

«Cero pelotero» al Gobierno

Además, ha afirmado que en las relaciones con el Gobierno central sacan «un cero pelotero», porque siguen pendientes los mismos problemas que al principio de la legislatura, sin que se haya desarrollo el Estatuto de Autonomía a tenor de los resultados de las comisiones bilateral Aragón-Estado y mixta de asuntos económicos y financieros.


En cuanto a las relaciones con otras Comunidades, se ha centrado en la «sumisión» que en su opinión ha habido con Cataluña por los bienes de las parroquias de la parte oriental de Huesca, porque aunque el «núcleo» en la resolución de este conflicto esté en la Iglesia, el «desastre» político se produjo cuando se planteó una cogestión de las obras.

Almunia defiende al Ejecutivo ante Suárez

Almunia ha replicado a Suárez que este Gobierno ha sido el que más ha respondido a las demandas de la oposición en la historia de las Cortes de Aragón.


Ha insistido en que la relación del Gobierno con las Cortes ha sido «activa y comprometida», como evidencia, ha dicho, que el número de comparecencias en sesiones plenarias se haya triplicado esta legislatura respecto a la anterior (120 frente a 40) o que el número de respuestas por escrito se eleven a 5.626, el 96,8 por ciento de las presentadas.


Y aunque ha afirmado que las comparecencias de los consejeros en las comisiones son un derecho cuando en realidad son una obligación, como le ha corregido el presidente de la Cámara, Francisco Pina, ha asegurado que ha acudido a las Cortes desde el primer día en que fue nombrada consejera.


Además, ha criticado que Suárez aluda de nuevo a la falta de defensa de la ley de mediación familiar sabiendo que se debió a un error en el cálculo de los tiempos en el desarrollo de la sesión, no a una dejación de funciones, al tiempo le ha sugerido que pregunte al portavoz de su grupo, Eloy Suárez, por qué sólo ha asistido a tres de las siete reuniones de la junta de portavoces desde que fue designado candidato a la alcaldía de Zaragoza.


En cuanto a las relaciones con el Gobierno central, ha subrayado que ha habido acuerdos importantes de la comisión bilateral, pero también en las comisiones sectoriales, y se ha llegado a distintos pactos con otras Comunidades en Sanidad, servicios sociales, educación y cultura, protección civil o medioambiente, y también con las regiones francesas vecinas, pero «jamás» se llegará a un acuerdo con Cataluña sobre los bienes eclesiásticos