AGUA

PSOE y PAR se niegan a votar en el pleno contra el trasvase a Barcelona

El Ayuntamiento de Zaragoza, solo con los votos de los grupos de la oposición -PP, CHA e IU-, rechaza la transferencia de agua a la Ciudad Condal e insta a la DGA a que la recurra.

En un debate confuso y tedioso, el equipo de gobierno PSOE-PAR se negó ayer a rechazar el trasvase de agua a Barcelona en el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza. Mientras el portavoz del PSOE, Carlos Pérez Anadón, en ningún momento lo calificó como tal y pidió tiempo, su homólogo aragonesista, Manuel Blasco, aseguró que a su partido "no le cabe ninguna duda" de que se trata de un trasvase (el comité local también se manifestó en esta línea hace unos días frente a las evasivas del PAR en la DGA).


Pero pese a esta afirmación, los aragonesistas votaron en contra de una moción de CHA que expresaba su total rechazo al trasvase y que salió adelante por los votos de la oposición (PP, CHA e IU). Además, el Ayuntamiento (sin el apoyo del gobierno) instó a la DGA -sustentada por la misma coalición- a interponer un recurso de inconstitucionalidad contra el decreto del Gobierno que aprueba medidas excepcionales y urgentes para asegurar el abastecimiento a la Ciudad Condal.


Fue uno de los puntos de la moción de IU, que salió adelante para exigir a Madrid que ejecute urgentemente las obras pactadas en la Comisión del Agua y que convoque a las Comunidades para planificar "de forma participada y consensuada" una política de gestión del agua que se oponga a los trasvases. No logró el apoyo suficiente para rechazar los previstos en el Plan Hidrológico y el de Barcelona, conjuntamente.


Tampoco consiguió la mayoría suficiente la moción planteada por el equipo de gobierno, pese a que ambos socios aseguraron que iba más allá que las otras tres. Se quedaron solos. En ella, no había ninguna mención concreta al trasvase de Barcelona. Se limitaba a rechazar de forma general los trasvases insostenibles y a instar a la DGA a utilizar el recurso de inconstitucionalidad previsto en el Estatuto como "instrumento de defensa". También expresaba su solidaridad con las medidas que "con carácter transitorio, excepcional, reversible y urgente" den solución al abastecimiento de agua de boca. El único tinte crítico se centraba en transmitir al Gobierno central "la decepción" de los aragoneses por el ritmo ejecutor de las obras.


Pero el lío se formó cuando hubo que votar la reprobación del presidente del Ejecutivo aragonés, Marcelino Iglesias, propuesta por el PP por "mentir a los aragoneses". La ausencia de dos concejales socialistas obligó a repetir la votación que había perdido el gobierno. Al final, el voto de calidad del alcalde Belloch, que recriminó a uno de los ediles (el otro no llegó), salvó de la reprobación a su compañero de partido.


Entre tanto, el debate transcurrió entre recortes de periódicos para desempolvar del olvido las palabras del presidente Iglesias, cuando era "pancartero" contra el PHN, y continuas referencias a "la niña del exorcista". Los populares y los nacionalistas fueron los más críticos. Acusaron a Iglesias de "traicionar" y "engañar" a los aragoneses igual que Rodríguez Zapatero en la plaza de Toros y en el debate electoral. Domingo Buesa, del PP, exigió al presidente aragonés que se retracte de sus palabras o explique su cambio de opinión y lamentó que "nadie haya defendido el Estatuto". Concluyó con una llamada a la unidad y al futuro.


"La niña del exorcista"


Juan Martín, de CHA, llegó a cuestionar si este trasvase se sabía en campaña y si se ocultó para influir en los resultados electorales. Censuró la insumisión del PSOE aragonés frente a Ferraz y aseguró que su credibilidad están "en coma profundo". "A este gobierno ya no lo puede seguir ni la niña del exorcista", dijo. José Manuel Alonso, de IU, planteó sus dudas sobre el proyecto, que reconoció tener también Blasco. "¿Se van a gastar 180 millones para llevar agua solo durante seis meses con una tubería de hormigón?", se preguntó Alonso. "O se trata de una operación absurda o es que hay otras razones ocultas", avisó.


El portavoz del PAR trató de destacar los puntos en común, "el no a los trasvases y el sí al Estatuto", y lamentó que "la guerra del agua esté aquí" pese a que el agua es "seña de identidad". Pérez Anadón sacó a colación la Expo y acusó a CHA de insolidarios por oponerse a llevar agua a Barcelona. Acabó pidiendo prudencia al PP (podría votar a favor del trasvase en el Congreso) y felicitando a los nacionalistas por lograr el apoyo de los populares. "Está claro quién ha sido en esta sesión la niña y el exorcista", comentó.