AGUA

PP, CHA e IU exigen a Marcelino Iglesias que rechaze el trasvase a Barcelona

El PSOE aragonés dio ayer un claro paso atrás respecto a las valoraciones que hasta ahora había hecho sobre el proyecto de trasvase a Barcelona. Si hace unos días el presidente de la Comunidad, Marcelino Iglesias, se mostró rotundamente contrario a la actuación, ayer tanto él como el portavoz parlamentario socialista, Jesús Miguel Franco, exhibieron sus dudas sobre la naturaleza de la transferencia de aguas del Ebro a la Ciudad Condal, concediéndole el beneficio de que no se trate de una actuación de ese tipo.


Iglesias, en declaraciones a este periódico, manifestó que su posición "es la misma, la oposición frontal a cualquier trasvase, porque crean más problemas que los que resuelven". Sin embargo, a la pregunta de si considera que la obra acordada ayer por el Gobierno central y la Generalitat es un trasvase, el presidente se limitó a decir que "es necesario conocer con más precisión los detalles" para expresar esa opinión.


Franco insistió en que "si se trata de un trasvase, habrá que ser coherentes con el Estatuto que nos hemos dado y decir que no", pero acto seguido resaltó que la obra "no es comparable con el trasvase del PP porque no hay nuevas concesiones y solo se va a utilizar en casos de extrema necesidad". Para el portavoz socialista, antes de decir si llevar agua del Ebro a Barcelona es o no un trasvase "hay que esperar a ver cómo se hacen las cosas y y analizarlo".


En similares términos se manifestó el vicepresidente, José Ángel Biel. "Si es un trasvase se tendrá que poner en marcha el Estatuto porque una decisión así no puede ser bilateral". No obstante, el también presidente del PAR optó por "la prudencia" y no quiso "anticipar nada" sin saber "cuánta duración tiene en el tiempo" (la prolongación del minitrasvase), "si es para siempre o si es una obra de emergencia" o si se plantea como "un trasvase puro y duro".


Mucho más rotundo se mostró el portavoz aragonesista en las Cortes, Javier Allué, que tildó de "absolutamente inaceptable" la solución acordada. Según anunció, su partido "se opondrá radicalmente" a la propuesta, ya que se trata de "un insulto a los aragoneses". "Aragón debe opinar sobre ese trasvase", subrayó al tiempo que consideró que la Comunidad "debería movilizarse ya".


También instó al Ejecutivo a manifestarse el presidente del PP aragonés, Gustavo Alcalde, que acusó a Zapatero de "engañar" y a Iglesias de "callar" ante la prolongación del mini-trasvase del Ebro a Tarragona hacia Barcelona. El líder de los populares emplazó al presidente aragonés a utilizar "idéntica beligerancia, incluida la movilización social, que cuando el trasvase lo proponían otros", en referencia a su oposición frontal al trasvase del Ebro del PP. Asimismo, calificó de "indecente" que hasta el 9-M el mensaje de los socialistas fuera el no al trasvase cuando "un mes después ya tenemos trasvase, sin previa consulta a Aragón", por lo que los intereses de la Comunidad, "una vez más, quedan relegados y olvidados".


Por parte de CHA, habló su presidenta, Nieves Ibeas. Mostró su "más rotundo rechazo" a la opción de trasvase, ya que "las transferencias son una opción obsoleta que está fuera de los planteamientos de la Nueva Cultura del Agua". Además, consideró que que "ésta va ser la prueba definitiva de que el Estatuto de Aragón no sirve para parar el trasvase".


El líder de IU en Aragón, Adolfo Barrena, reiteró también su oposición a cualquier trasvase "por mínimo y reversible que sea", tal y como lo definió el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares. Por eso, confió en que Iglesias "se posicione en contra de ese trasvase encubierto y sea capaz de hacer valer nuestro Estatuto".