JORNADA CONTRA EL TABAQUISMO

"Si otros han dejado el tabaco, ¿por qué yo no?"

Cientos de personas participaron en la jornada organizada en el hospital Clínico de Zaragoza para ayudar a la gente a dejar la nicotina.

Mercedes Giménez se hizo ayer varias pruebas en el vestíbulo de consultas del Clínico.
"Si otros han dejado el tabaco, ¿por qué yo no?"
VíCTOR LAX

Mercedes Giménez tiene 54 años, pero sus pulmones superan los 80. ¿La causa? Los 20 cigarros que consume diariamente y que están haciendo envejecer sus órganos prematuramente. "Necesito dejar de fumar, pero en este momento no estoy preparada para ello", reconocía esta mujer que se desplazó desde el barrio de San Juan de Mozarrifar al Clínico de Zaragoza para participar en la jornada para dejar de fumar, que organizó el hospital en colaboración con la Asociación para la Prevención del Tabaquismo en Aragón (APTA). La misma iniciativa se hizo simultáneamente en una docena de hospitales españoles.


Cientos de personas se acercaron al stand instalado por la mañana en consultas externas y por la tarde en el vestíbulo del edificio central para participar en esta iniciativa. Dos especialistas de APTA realizaron varias pruebas para 'medir' la dependencia y el estado del organismo del fumador. "Rellene este formulario para saber su nivel de dependencia", explicaba Pilar Cascán, presidenta de APTA. "Su nivel es moderado", comentaba a María Pilar Alasanz, una de las participantes.


Tras ese cuestionario, María Pilar pasó a medirse su edad pulmonar. Tras un soplido, un aparato le comunicó la mala noticia: sus pulmones tenían 64 años en lugar de los 42 que indica su DNI.


"Solo fumo de 10 a 15 cigarros al día, y no enteros, pero quiero dejarlo. En mi casa no se fuma, y cada vez que lo hago me salgo a la terraza", explicaba María Pilar. No obstante, reconocía: "El problema es que no quiero tomar tratamiento? He intentado muchas veces dejar de fumar y no he podido. Alguna vez he estado a punto de conseguirlo, pero cómo soy tan nerviosa. Mi problema es la ansiedad. Pero si gente de mi familia lo ha conseguido, ¿por qué yo no voy a poder?", se preguntaba esperanzada.


Casi 30 años lleva consumiendo Isabel Aporta, trabajadora del propio hospital, que ayer se acercó al hall del centro sanitario a conocer su 'estado de salud'. "Sé que sola no voy a poder dejarlo, tengo que acudir a una consulta de ayuda. Me parecen muy bien iniciativas de este tipo", apuntaba.


La cooximetría (mide el nivel de monóxido de carbono y de oxigenación) fue otro de los exámenes que más sorprendieron a los que se decidieron a dar este primer paso en su lucha contra el tabaco. El resultado de un 'no fumador' se establece entre el 0,1 y el 0,2, ya que es imposible situarse en el cero por la contaminación ambiental de una ciudad.


"Estos niveles se incrementan con solo estar un bar. Si hay muchas personas fumando, tus resultados son similares a si te hubieras fumado medio paquete", manifestaba Mercedes Pau, médico de APTA, que recordó que el nivel de oxigenación repercute en el propio envejecimiento de la piel.


De hecho, la intención de los organizadores era poder enseñar a los fumadores cuál sería su aspecto si seguían consumiendo tabaco hace unos años (un problema con internet dificultó esta simulación).