TESTIMONIO

«Nos lo pusieron todo muy bonito y luego no fue así»

Silvia Rojo y su familia se trasladaron hasta Torrijo de la Cañada hace dos meses. Allí no encontraron lo que les habían ofrecido.

Óscar, Silvia y la pequeña Idaira, paseando por Torrijo de la Cañada.
«Nos lo pusieron todo muy bonito y luego no fue así»
JESúS MACIPE

Todas las experiencias no son buenas y la de Silvia Rojo y su familia es una de esas. «Después de recorrer casi 900 kilómetros, nos encontramos con algo muy distinto a lo que se nos había ofrecido», comenta esta joven de 30 años que dejó su Málaga natal para viajar hasta Torrijo de la Cañada junto con su pareja, Óscar Ortiz y su hija Idaira.


Dejaron Andalucía porque su situación era «insostenible», como ellos mismos cuentan. En septiembre conocieron por primera vez el pueblo y les explicaron las posibilidades que tendrían para encontrar trabajo: ella, en la limpieza, y él, como albañil. Con su hija, además, se garantizaba que el colegio permaneciera abierto al menos un curso más.


Y a principios de noviembre se mudaron. «Lo que nos prometieron no estaba y nos han puesto muchas trabas para montar un albergue, que era otra de nuestras posibilidades», añade Silvia. Por eso, decepcionados, aseguran que no descartan irse a vivir a otro pueblo. Pero antes se van a dar un plazo de un par de meses.


«Si nos instalábamos aquí y la cosa iba bien, teníamos previsto que parte de nuestra familia también viniera», añaden. «Nos lo pusieron todo muy bonito y luego no fue así», lamenta Silvia, que asegura que Torrijo les gusta mucho.