Montilla niega la evidencia y asegura que no ha solicitado agua del Ebro

El presidente de Cataluña rechaza que la Generalitat haya requerido al Ejecutivo central un nuevo trasvase y argumenta que es "una distorsión de un tema concreto"

En la imagen, el presidente de Cataluña, José Montilla, en una conferencia que dio ayer en Madrid.
Montilla niega la evidencia y asegura que no ha solicitado agua del Ebro
efe

Madrid. O el presidente de la Generalitat, José Montilla, no sabe qué hacen sus consejeros o miente. El dirigente socialista negó ayer públicamente que la Generalitat de Cataluña haya solicitado al Ejecutivo central que apruebe un minitrasvase del Ebro para abastecer a varios núcleos urbanos. "No hay ninguna petición", respondió al ser preguntado expresamente sobre este asunto en una conferencia que ofreció en Madrid organizada por Europa Press. El presidente catalán llegó más lejos y afirmó que, lejos de haber un trasvase, lo que hay es "una distorsión o manipulación de informaciones respecto a un tema concreto".

Esta determinación por negar que es su Gobierno quien ha solicitado un nuevo trasvase choca con el documento que envió la Agencia Catalana del Agua (dependiente del Ejecutivo que preside Montilla) al Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino. "Te pido que procedáis a realizar las actuaciones precisas para autorizar dicha transferencia a la mayor brevedad posible", señala el director del instituto catalán en la misiva dirigida al secretario de Estado de Agua, Josep Puxeu. La carta, con membrete de la Generalitat, la envió el pasado 29 de octubre, hace ya más de un mes, por lo que se supone que sí ha pasado tiempo suficiente para que su máximo superior jerárquico, José Montilla, tenga conocimiento de ella.

En esa misma misiva, la Agencia Catalana del Agua señala que la decisión compete al Ejecutivo central y que lo que le pide es que apruebe "una transferencia de pequeña cuantía" hacia las cuencas internas de Cataluña, ya de competencia exclusiva de la Generalitat.

Además, en la propia solicitud señala expresamente en virtud de qué artículo del Plan Hidrológico Nacional (aprobado por el Ejecutivo de José María Aznar) se basan para solicitar que agua del Ebro vaya a esos municipios. La Generalitat argumenta su solicitud en el artículo 14 del PHN, que regula las transferencias de caudales entre diferentes cuencas.

Y si la Agencia Catalana de Agua lo considera un trasvase, el Ministerio de Medio Ambiente también. En este sentido, el Gobierno central ha aplicado la disposición del nuevo Estatuto de Aragón que obliga al Ejecutivo central a dirigirse al aragonés en el caso de que se plantee alguna transferencia hídrica "que afecte" a Aragón. En este caso, la petición de informe es obligatoria, aunque el Gobierno central solo tiene mandato de solicitarlo, no de hacerle caso.

La negación de ayer de Montilla es una novedad en lo que se refiere a esta petición de agua del Ebro, pero no es una sorpresa si se valora cómo actuó el presidente catalán cuando justo tras las últimas elecciones generales promovió que el Gobierno central aprobase un decreto para imponer un trasvase del Ebro que solo las lluvias pararon.

Igual que en el intento de 2008

En este sentido, preguntado al principio de la polémica que se generó en abril de 2008 sobre sus planes trasvasistas, Montilla afirmó que su Gobierno no había hecho una "petición formal". De hecho, hubo un cruce de declaraciones sobre si era el Gobierno central o el de la Generalitat quien promovía la propuesta.

La política de quitarse las responsabilidades se ha repetido de nuevo con la actual petición. Por ejemplo, el pasado viernes la Agencia Catalana del Agua negó ser autora de la iniciativa, que atribuyó al Ministerio de Medio Ambiente. Mientras tanto, fuentes de este departamento negaban totalmente ser ellos los impulsores de esta nueva petición de trasvase y explicaban que lo que habían hecho es tramitar una solicitud de trasvase formulada por la Generalitat de Cataluña.