PATRIMONIO

Misterio en la catedral de Jaca

Incripción encontrada en el capitel. Se ha repasado con trazos negros para que se aprecie mejor en la imagen
Misterio en la catedral de Jaca
ANTONIO GARCÍA OMEDES

Pocos edificios han sido tan fotografiados en Aragón como la catedral de Jaca. Pero siempre puede aparecer algo nuevo. "Ahí siguen esperando muchas cosas", asegura Antonio García Omedes. Este enamorado del Románico, responsable de una página web de referencia que ha recibido ya millones de visitas (romanicoaragones.com), acaba de realizar un descubrimiento espectacular. En un capitel de la catedral de Jaca ha encontrado una misteriosa inscripción, que hasta ahora nadie había advertido, y que parece apuntar el nombre del maestro que decoró la iglesia: Bernardo.

 

El hallazgo tuvo lugar a mediados de diciembre pasado, cuando García Omedes fotografiaba algunas marcas de cantero que había detectado en los capiteles del templo. Resultó que cerca de una B que había localizado anteriormente descubrió lo que parecía ser una R. Y, utilizando el teleobjetivo, descubrió más caracteres junto a ella. "He hecho cientos de fotos de ese capitel, pero no de ese lado, que es el menos iluminado -recuerda ahora-. La verdad es que fue toda una sorpresa. Allí, en directo, ya lo vislumbré, pero luego, trabajando con la imagen en casa y con el ordenador, confirmé que no había ninguna duda". Lo que se ve es la palabra 'Bernard' levemente cincelada y terminada en una vírgula para abreviar (por 'Bernardus').

 

¿Y si es un grafiti?

Y aquí es donde surge el misterio. ¿Quién realizó la inscripción? ¿Por qué? Todo apunta a que tuvo que ser el maestro que realizó el capitel. Pero la inscripción es leve, parece sin acabar, casi casual.

 

"El método por el que se 'firmaba' está estudiado -apunta García Omedes-. Primero se preparaba la superficie, luego el 'Ordinator' señalaba con punzón fino los caracteres y finalmente se cincelaba. Podría ser que la inscripción se proyectara nada más terminar el capitel, y que, luego, sin llegar a terminarla, la premura por concluir el templo obligase a colocar precipitadamente los capiteles en su emplazamiento definitivo".

 

Aunque extrañe un poco esta explicación, lo cierto es que algunos especialistas, como Bernabé Cabañero, han definido como "caótico" el proceso de construcción de la catedral. "En San Miguel de Biota la firma está escondida pero muy bien acabada -señala García Omedes-. En Jaca parece que hubo una especie de 'corre, corre, que hay que acabar la catedral". Es decir, que al parecer las urgencias pudieron obligar a que no se siguiera al pie de la letra el protocolo establecido.

 

O no, existe otra posibilidad. ¿Y si no estamos hablando de una firma sino de un simple grafiti? Pudiera ser, pero parece poco probable. "Vale, quizá un gracioso ha pasado por allí y ha realizado la inscripción. Pero el capitel se encuentra a ocho metros de altura sobre el suelo, y eso excluye a los graciosos".

 

Tendría que haberse realizado, entonces, cuando el capitel estuviera al alcance de la mano de los visitantes. Y eso solo ocurrió en dos ocasiones: cuando se construyeron las bóvedas de crucería de la nave lateral, hacia 1520; y cuando se construyó y retiró el desaparecido coro, trasladado a la nueva cabecera en 1919. Pero tampoco parece muy probable.

 

García Omedes ha comunicado su hallazgo a los más destacados especialistas en arte románico, que lo han recibido con entusiasmo. Él, de momento, no se pronuncia sobre si es firma o grafiti, aunque íntimamente parece convencido de lo primero.

 

Y, de ser cierto, esto da pie a hipótesis muy sugerentes. Aunque Bernardo era un nombre bastante común en la Edad Media (aparece en la portada de Puilampa en Sádaba: "Bernardus me fecit"), enseguida viene a la mente el nombre de Bernardus Guilduinus.

 

"Fue el maestro que decoró San Serenín (Saturnino) de Tolosa, y cuyo estilo artístico puede verse en un modillón de la propia catedral jacetana y en el Pantócrator de Loarre", concluye García Omedes.

Nuevos estudios desentrañarán el misterio del capitel.