OBRAS DEL TRANVÍA

Más de 700 niños llegan tarde a clase por los retrasos de 16 rutas escolares

Más de 700 alumnos, la gran mayoría usuarios de transporte escolar, llegaron ayer tarde a clase debido a las retenciones que se originaron a primera hora de la mañana en los accesos a Vía Ibérica e Isabel la Católica. Al menos 16 rutas acumularon demoras que oscilaron entre los 10 y los 20 minutos de media, aunque hubo algunos pequeños -como los del colegio Montearagón- que entraron a clase hasta 45 minutos después de la hora prevista, según explicaron desde esa escuela.


El área afectada por las obras del tranvía agrupa una veintena de centros, que se concentran especialmente en dos puntos: en Vía Ibérica con el Canal y en la Romareda. Las escuelas allí ubicadas fueron las más perjudicadas y en 12 de ellas se registraron retrasos de alumnos o profesores.


El punto más crítico se localizó en el giro que los buses escolares tenían que hacer para acceder a los colegios: de Vía Ibérica debían seguir hasta pasar la rotonda del desvío a Valdespartera, continuar por el camino de la Fuente de la Junquera para cruzar al paseo de los Reyes de Aragón y volver después a Vía Ibérica. "En esa zona había mucho tráfico y costaba mucho dar esa vuelta", explicaron desde la escuela Santa María del Pilar.


Por el contrario, se libraron de los percances los centros de Valdespartera, Montecanal y el entorno de la plaza San Francisco.


Aquellos padres que llevaron a sus hijos al colegio en coche se vieron también inmersos en algunas retenciones. "Desde Cuarte hasta Vía Ibérica nos ha costado 40 minutos, cuando solemos llegar en poco más de 5", relataba José Luis Vaquero que acompañaba a su hijo al colegio María Rosa Molas. Otros optaron por salir de casa con tiempo para librarse del tráfico denso. "Hemos venido media hora antes para evitarnos problemas", comentaron dos profesoras de la citada escuela. No obstante, gran parte de las familias hicieron caso a las recomendaciones, dejaron el coche en casa y se desplazaron a pie o en transporte urbano. "Suelo coger el coche, pero hoy he subido a la línea 20 en el Actur y he bajado cerca de Vía Ibérica. No he notado muchos atascos", apuntaba Isabel Maestre, que llevaba a su hijo a clase.

Tranquilidad en el campus

La Universidad de Zaragoza vivió con tranquilidad el inicio de las obras del tranvía. Muchos estudiantes y profesores optaron por dejar el coche en casa y desplazarse a pie hasta el campus de la plaza de San Francisco. En el recinto, el tráfico rodado estaba más calmado de lo habitual. De hecho, a las 10.00 todavía quedaban 30 plazas de aparcamiento libres, cuando normalmente a las 9.00 ya están llenas las casi 800 que hay. "Se nota que está viniendo mucha gente andando. Veremos si sigue así en los próximos días", explicaron en la garita de seguridad de la entrada al campus.