VIVIENDA

Los visados de construcción de nueva vivienda cayeron más de un 50% en 2008

El año pasado se concedieron 6.365 permisos, un 52% menos que el año anterior y un 65% menos si se toma como referencia el año 2006. El último trimestre fue especialmente duro.

La construcción cerró su ‘annus horribilis’ en Aragón con unos datos que hablan de la crudeza con la que el 2008 se ha cebado en el sector: durante los últimos doce meses, los visados de construcción de vivienda nueva concedidos por el Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón se redujeron más de la mitad con respecto al 2007, y más de un 65% si se toma como referencia el año 2006.


La tendencia ya era mala en los tres primeros trimestres del año, pero el parón se terminó de confirmar en el último: solo se concedieron 934 visados entre octubre, noviembre y diciembre, cuando en el mismo periodo del año anterior se dieron 2.590. En 2005, el Colegio Oficial concedió casi 12.000 permisos, cifra que aumentó a más de 18.000 en 2006 y que se quedó en algo más de 13.000 en 2007. El año pasado, solo 6.365 expedientes recibieron su visado.


José Luis Roca, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Zaragoza, justifica la caída en la capital, además de por la crisis del sector, por dos motivos: “Valdespartera supuso 9.000 visados en dos años, por lo que entonces subieron mucho. Además, los desarrollos que hay ahora en marcha por el Plan General del 2000 no están los suficientemente urbanizados como para pedir visados todavía”.

Los tres últimos meses fueron especialmente duros para la obra nueva. En octubre se concedieron 410 permisos, en noviembre 292 y, en diciembre 419. Por compararlos con datos del año anterior, solo en noviembre de 2007 se visaron 1.436 expedientes. Sin embargo, esta bajada no ha venido acompañada por un descenso en los permisos de rehabilitación de viviendas, que hasta aumentaron en 2008. El año pasado se concedieron 1.476 permisos de rehabilitación, por los 1.449 de 2007.


La segunda mano sufre

La vivienda de segunda mano también ha caído notablemente, a pesar de que la mayoría de los propietarios no ha tenido más remedio que recular y rebajar los precios de los pisos. La mayoría de las inmobiliarias de Zaragoza calculan que los propietarios que realmente quieren vender su piso han tenido que bajar entre un 30% y un 40% el precio de las viviendas. Además, los trámites de venta rara vez duran menos de un año, cuando antes se hacía en tres.


José Luis Cremades, director de Servicios Inmobiliarios Luxor, apunta que “la cosa está muy desanimada, han cerrado muchas agencias, los promotores están desquiciados y los bancos ponen muchas pegas para conceder crédito”. Este último detalle, el de las reticencias de las entidades bancarias a conceder hipotecas, es la clave, para muchos de los trabajadores del sector.


“La venta está parada sobre todo por la financiación, porque a la gente no le dan préstamos hipotecarios. Hay mucha gente interesada en comprar, pero no les dan financiación”, apunta Julian Trinchán, gerente de Inmobiliaria Nolasco. Trinchán calcula que el precio de la vivienda “está al nivel de hace ocho o nueve años”.


Aunque algunos calculan que esta situación va para largo -“tres años así no nos los quita nadie”, augura Cremades-, otros ya están viendo la luz. Raquel Fernández, responsable de oficina de Soluciones Inmobiliarias Aragón -centrada en pisos del barrio zaragozano de San José- observa “más alegría” en los dos últimos meses. Entre diciembre y enero han cerrado seis ventas, un número elevado para lo que estaba siendo el final de 2008. “En dos años han bajado los precios entre un 30% y un 40%, ahora hay auténticos chollos a la venta”, apunta Fernández.


José Manuel Vallés, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, reconoce que en los últimos meses “las transacciones son casi nulas. Poco a poco descienden los precios, pero aún así esto no se mueve demasiado”. Cree que este descenso “es muy bueno para el que compra, que va a encontrar precios al nivel de 2004”, algo que su institución deseaba: “Ahora se están acondicionando los precios a la realidad, ya que antes estaban ‘superinflados’ lo que ha llevado al caos actual”.