Los tópicos de Aragón que mejor 'venden'

Las guías turísticas que promocionan Aragón en el extranjero se apuntan a una fórmula que funciona: el visitante que se precie no debe perderse el Pilar, el Castillo de Loarre y el mudéjar turolense. Sigue triunfando la naturaleza de los Pirineos y aparece, tímidamente, la Expo

Para los alemanes. El deporte y la aventura, sobre todo en el norte de Aragón, es un reclamo para ellos. Lo mismo ocurre con los turistas franceses. Para los italianos. Son los que más buscan el legado cultural a la hora de viajar a Aragón. Pero, sobre todo, son los mayores 'consumidores' del patrimonio histórico y religioso. Para los ingleses. En el resto de las guías nunca falla el Pilar. Es el monumento estrella a la hora de vender la comunidad, junto a La Aljafería y algún otro enclave, como el Monasterio de Piedra.

 

La Torre Eiffel, la mejor playa del Caribe, una ruta desconocida por el desierto, un monasterio románico, el descenso de un barranco, la Plaza Roja de Moscú? Cuando los aragoneses acuden a su agencia de viajes para planificar sus vacaciones se encuentran con una infinita gama de posibilidades que convierten los diferentes catálogos en una especie de biblioteca en miniatura del turismo internacional. Pero, ¿y Aragón? ¿Cómo se vende la región fuera de las fronteras nacionales? ¿Cuáles son los principales reclamos por los que un belga, un japonés o un norteamericano se decide a descubrir cualquiera de las tres provincias aragonesas?

 

Un análisis de buena parte de las guías extranjeras, así como de los reportajes publicados en la prensa de aquellos países, ofrece un resultado clarificador: los tópicos triunfan. Una circunstancia que, según los expertos, no tiene porqué ser negativa. Como explica Javier Callizo, viceconsejero de Turismo de la DGA, "los tópicos son siempre ganadores" y argumenta que "la gente no va a Sevilla porque organizara la Expo, sino que va a ver la Giralda". Con todo, y salvo honrosas excepciones, los contenidos que la región vende en el escaparate internacional son, y seguirán siendo, la nieve, el Pilar y su historia.

 

Pero los esfuerzos por atraer visitantes a la comunidad van más allá. "No podemos competir en las grandes ferias internacionales contra el sol y la playa, por eso nos centramos en mercados más especializados", explica Callizo. Incluso se puede hacer un análisis por países de qué busca cada turista.

 

Mientras los italianos se interesan por el patrimonio y la religión, ingleses, belgas y alemanes buscan el deporte y la aventura en la naturaleza aragonesa. Si los madrileños son, claramente, consumidores de esquí en las estaciones del Pirineo -los valencianos, en las de Teruel-, desde Francia llegan en busca del legado cultural.

Triunfa el Pabellón Puente

Uno de los principales activos de la promoción turística en Aragón es, sin duda, su capital. "Fundada hace 2.000 años, Zaragoza posee un patrimonio impresionante: la Seo, la Basílica del Pilar, la Aljafería?". Así es como arranca el análisis de una conocida revista francesa del sector.

 

En efecto, el legado histórico es el principal atractivo. Si bien es cierto que se suele destacar la amabilidad de sus gentes y la calidad de su gastronomía, no lo es menos que estos halagos son comunes, aunque en esta ocasión sean acertados. Incluso, algunos catálogos resumen la oferta de ocio nocturno de la urbe. "En Zaragoza, se puede disfrutar de la fiesta y la bebida en muchos lugares", apuntan en la versión italiana de la Lonely Planet, y dan algunas pistas: la zona universitaria, El Tubo, Doctor Cerrada o San Miguel. Aunque en alguna información no hilan fino. "Muchos bares de la ciudad ofrecen sidra, una bebida típica muy potente que debe ser consumida con cautela", señala la citada guía.

 

Tampoco se olvidan en Europa, fundamentalmente, de hacer alusión a la Expo y a sus nuevos emblemas, de los que destacan al Pabellón Puente gracias a la repercusión de su creadora, la arquitecta Zaha Hadid. Y ya se pueden encontrar las primeras referencias a la candidatura a la capitalidad cultural europea de 2016, como en un artículo de 'The Times', en uno de los numerosos viajes que la oficina de Turismo de la ciudad coordina para corresponsales extranjeros. Lo que todavía pasa desapercibido es el nuevo logo de la ciudad. Según sus responsables, "aún es pronto, hay que darle tiempo".

Los Pirineos, más que nunca

En el polo opuesto se encuentra la propuesta oscense. Los Pirineos son su gran reclamo y ahí es donde se hace hincapié. La mayoría de las revistas especializadas en montañismo, esquí o deporte de aventura han hecho referencia en alguna ocasión a estas montañas, y muy especialmente las alemanas donde, según apuntan desde Turismo de la DGA, existe un gran mercado para este tipo de actividades.

 

Tampoco falta el patrimonio románico o de los parques temáticos como Pirenarium. Pero cabe destacar el tirón turístico y mediático del castillo de Loarre por su estado de conservación y, sobre todo, porque ha sido escenario del rodaje de varias películas, como 'El reino de los cielos', de Ridley Scott. En una ilustración alemana que recogía el mapa turístico de Europa, esta construcción era la única que representaba a Aragón.

 

En todo caso, son las estaciones de esquí los mayores polos de atracción. El pasado invierno se superó el millón de esquiadores gracias al buen tiempo, la cantidad de nieve recogida y la fuerte apuesta de promoción exterior, que superó los cuatro millones de euros.

Teruel, mudéjar y familiar

"Teruel tiene un buen presente, pero mucho mejor futuro, es una sorpresa emergente", asegura el viceconsejero Callizo. Sin embargo, salvo el referente de Dinópolis, que destaca en las guías como turismo familiar, la mayoría de las alusiones recogidas en el extranjero apuntan a su amplio patrimonio, en concreto el mudéjar. Albarracín, Maestrazgo y Matarraña son las zonas más destacadas por los corresponsales, y la región se vende como "ideal para el turismo de interior, de descubrimiento, relajación y cultura", como explican en un folleto francés. Y no suele faltar un espacio para la leyenda de los Amantes de Teruel ni para el jamón y su gastronomía en general.