PRESUPUESTO

Los nuevos ejes viarios y ferroviarios se quedan sin partidas ni plazos de obras

Las autovías comprometidas se eternizan en la fase administrativa y las variantes siguen año tras año con cuantías irrisoriasEl bloqueo inversor castiga especialmente a la provincia de Teruel, que no podrá contar con otro corredor de gran capacidad, como mínimo, hasta dentro de una década.

Ninguna de las nuevas infraestructuras de comunicación de Aragón comprometidas por el Ministerio de Fomento tienen un calendario de ejecución, pese a llevar años en distintas fases de tramitación administrativa. Y las pocas actuaciones planificadas con presupuesto y fecha de inauguración, caso de la A-68 entre Mallén y Figueruelas, la variante de Tarazona y la vía de velocidad alta entre Zaragoza y Castejón, se han quedado ahora sin partidas ni plazos con los Presupuestos Generales para 2011.

Las autovías se llevan la peor parte, ya que las seis dibujadas en los mapas seguirán recluidas allí durante mucho tiempo. En ningún caso hay dinero para licitar las obras ni partidas plurianulaes que fijen un horizonte que las haga realidad. Así están los desdoblamientos de las carreteras de Logroño y Castellón (A-68) y la de Barcelona (A-2). También las autovías Daroca-Calatayud (A-24), Alcolea del Pinar-Monreal del Campo (N-211), Cuenca-Teruel (A-40) y Alfarrás-Sopeira (A-14).

En total, los grandes corredores viarios en barbecho en Aragón suman más de 600 kilómetros. Y de la poca prisa del Ministerio de Fomento en su tramitación da fe el hecho de que, por ejemplo, el desdoblamiento de la A-68 disponga de estudio informativo desde el verano de 2009 y que hasta hace unos días no se haya remitido el expediente a Medio Ambiente para la preceptiva declaración de impacto ambiental. El próximo año se podría licitar la redacción de los proyectos, para lo que el PSOE tuvo que enmendar sus propios presupuestos porque los fondos asignados eran irrisorios.

Tampoco se puede decir que las variantes corran mejor suerte. Año tras año siguen con partidas simbólicas para figurar en los Presupuestos, pero sin avanzar. En la lista se incluyen las de Montalbán, Villalba Baja, Borja-Maleján, Alcorisa, Calanda, La Mata de los Olmos, Gargallo y Tarazona. En este último caso, aún es más sangrante porque ha desaparecido de la planificación pese a que en los Presupuestos de este año se preveía invertir 43,4 millones en un programa plurianual que garantizaba su inauguración para el año 2014.

El bloqueo inversor castiga especialmente a la provincia de Teruel. No tendrá ningún otro corredor de gran capacidad alternativo a la A-23 porque ni las autovías prometidas ni el corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo podrán ser una realidad antes de diez años, el tiempo mínimo para diseñar y ejecutar una infraestructura.

El ferrocarril, sin mejoras

Ni siquiera el ferrocarril, la teórica prioridad de Fomento en su política inversora, se salva de la quema en Aragón. El citado corredor Cantábrico-Mediterráneo no avanza en ningún punto, con la excepción de la electrificación de la vía entre Zaragoza y Teruel (que se licitará con retraso en 2011 por el método de la colaboración público-privada) y que no servirá para ganar ni un minuto en los tiempos de viaje ni ganar prestaciones. La reapertura de la vía Caminreal-Calatayud y del túnel de Canfranc y la ampliación de las Cercanías de Zaragoza están igualmente paralizadas en Madrid.