A pesar de la crisis, los aficionados a la nieve no van a dejar escapar la oportunidad de disfrutar de las vacaciones navideñas deslizándose por las pistas de esquí altoaragonesas, que ofertan 180 kilómetros, nueve más si se cuentan los complejos turolenses de Javalambre y Valdelinares. En la última semana del año, la ocupación hotelera en los valles con pistas se sitúa entre el 90 y 95%.

"Las reservas de clases de aprendizaje y de abonos no son excepcionales, pero si buenas", declaró Jorge Navarro, de la estación de Candanchú. También en Astún esperan que se anime a partir de esta tarde el hotel situado a pie de pistas y que está casi lleno para esta primera semana de Navidad, una de las de mayor afluencia a las pistas en todo el país.

También Formigal cuenta con buenas previsiones. "Mañana por la tarde comenzarán a llegar clientes a los hoteles, que están sobre un 95% de ocupación", ratificó Antonio Gericó, director del complejo deportivo. La cifra es similar a la de Panticosa. Jesús Agustín, responsable comercial de la estación, estimó la ocupación en el 90%.

Cerler también confía en que a partir del lunes sus pistas estén concurridas. Muchos aficionados llegan mañana y aunque la venta anticipada estará animada, en pistas esperan que sea tranquilo, ya que la entrada será por la tarde.