Los médicos analistas de Zaragoza han transmitido al Colegio de Médicos su malestar por la "difícil" situación que están atravesando desde hace unos meses los laboratorios que tienen contrato con Asisa. Aseguran que dicha compañía aseguradora les impuso "bajo amenaza de expulsión" un nuevo sistema retributivo que les ha acarreado una disminución de sus ingresos de entre un 60% y un 70%.

"Nos dijeron que iba a ser una reducción de un 20% y aceptamos, pero al llegar la primera factura vimos la realidad. Estas cifras no se pueden asumir, ya que suponen en la práctica trabajar sin beneficio o incluso por debajo del coste de los reactivos utilizados", denuncian los facultativos.

En concreto, el cambio en la tramitación se produjo en junio, cuando responsables de la compañía les comunicaron que se iba a dejar de pagar por prueba y se pasaría a facturar a través de un sistema capitativo. Es decir, una manera de tarifación en la que se hace un cómputo global de las pruebas por puntos y se divide entre todos los analistas de la capital aragonesa.

Así, hay laboratorios que de facturar 6.000 euros al mes han pasado a menos de 2.000. "Con este dinero no se cubren ni los gastos", añadieron. Entre los ejemplos más llamativos, se encuentra el de los análisis para las hormonas tiroideas. Antes, cobraban entre 5 y 7 por cada una de las tres pruebas que se incluyen en un perfil completo (TSH, T3 y T4), mientras que ahora por las tres en su conjunto no les pagan ni 2 euros la mayoría de los meses.

Aseguran que la situación actual no la van a poder mantener mucho más tiempo y si lo hacen es "por ofrecer el servicio al paciente". "Algo que parece, que no les interesa a las compañías que solo piensan en su beneficio económico", manifestaron.

No es la primera vez que Asisa cambia el sistema de tarifas. De hecho, los analistas de otras Comunidades Autónomas también han protestado por este modelo de cobro. Temen que esta reducción de las ganancias suponga la desaparición de algunos laboratorios privados y regionales que no puedan subsistir ante esta presión. "Interesaría que los legisladores empezaran a pensar en buscar soluciones. Una de ellas es garantizar que un determinado número de analíticas se tengan que quedar en la ciudad y no se manden fuera. Porque si no, estaremos en peligro todos", apuntaron.

De momento, han trasladado a través de una carta su malestar al Colegio de Médicos de Zaragoza, para que este estudie la cuestión. Incluso solicitan que si el organismo lo estima oportuno inicie acciones legales al respecto. Pero los analistas no son los únicos que han mostrado su preocupación por la bajada de tarifas. Especialistas en otras disciplinas, entre ellos los radiólogos, aseguran que han recibido llamadas de Asisa para que ajusten sus precios en torno a un 20% a partir de 2010.

A pesar de que hace unos días negaron cualquier reducción de tarifas, fuentes de Asisa reconocieron ayer que se había cambiado el sistema de pago. Atribuyeron el nuevo modelo a la difícil situación económica que atravesaba el país. Aunque no quisieron entrar a valorar más a fondo la polémica, reconocieron que posiblemente haya quejas de algunos analistas por esta nueva situación.