El Justicia de Aragón, un ejemplo de respeto y tolerancia, además de garante de derechos, ha recibido el homenaje de todas las instituciones aragonesas al cumplirse 418 años desde que el primer Justicia, Juan de Lanuza, fuera decapitado por defender los fueros y leyes de la Comunidad.

El acto se ha celebrado en la plaza de Aragón, donde se encuentra el monumento al Justiciazgo, ante el que se han depositado varias coronas de flores en nombre de las Cortes de Aragón, del Gobierno autonómico, de la Junta de Portavoces, del Ayuntamiento de Zaragoza, de la Diputación Provincial, de la Universidad y de la Delegación del Gobierno.

El Justicia, Fernando García Vicente, ha sido el primero en depositar su ofrenda floral "en memoria de Juan de Lanuza" y en declaraciones a los medios de comunicación ha destacado que esta figura ha contribuido a la creación del derecho aragonés de una manera "muy positiva", pero sobre todo "ha representado el respeto de la Ley y la tolerancia".

A su juicio, otras de las cuestiones que ha fomentado el Justicia ha sido "el respeto a aquellas personas que tenían menos derechos y que necesitaban a alguien que les diera garantías", y en este sentido "se ha ganado la consideración de los aragoneses y le siguen respetando".

Respecto a la contribución de la institución, ha explicado que se han hecho informes especiales sobre temas "muy importantes", como violencia doméstica, contra los mayores o contra los niños, además de que fue la primera institución "en hablar de accidentes de tráfico y laborales".

"Hemos estudiado constitucionalidad, financiación, hemos resuelto problemas que los aragoneses tienen todos los días", ha dicho García Vicente, y ha puesto como ejemplo todo lo referente al ruido y al derecho al descanso, las listas de espera o el acceso a centros escolares, entre otros.

En este momento de crisis económica, ha reconocido que han aumentado considerablemente los casos relacionados con la vivienda, de personas, por ejemplo, que han entrado en una cooperativa y el proyecto no va adelante, lo que genera "una gran incertidumbre y ansiedad".

En estos momentos se encuentra preparando un informe, cuyos resultados se conocerán a principios de enero, sobre las prisiones, y ha insistido en que ésta debe ser la "última alternativa" y en todo caso "rehabilitadora", más teniendo en cuenta que "si una persona entra dos años en la cárcel y no recibe tratamiento, el día que sale es más peligroso".

"Hay que suprimir la causa por la que tiene esa actitud", ha dicho el Justicia, quien ha puesto como ejemplo el caso de un hombre que maltrata a una mujer, en el que hay que analizar la causa para ponerle en tratamiento, más que privarle de libertad.