COMPRAS NAVIDEÑAS

Las denominaciones de origen atraviesan su "tercer año de complicaciones"

Las marcas blancas amenazan a los sellos de calidad que confían en la fidelidad de su clientela para salvar la crisis.

Son ya tres años apretándose el cinturón y los consabidos 'brotes verdes' no acaban de verse. Las denominaciones de origen aragonesas continúan haciendo virguerías para sortear la crisis económica y reconocen que se enfrentan a un "tercer año complicado", aunque no por ello pierden la esperanza de remontar en una época tradicionalmente boyante para ellas. Sin embargo, la reducción de las cestas de Navidad -medida de austeridad de muchas empresas- les está causado pequeños estragos y unos y otros coinciden en señalar que la situación "podría ser mejor" o que "todavía no hay excesiva alegría".


Fernando Guillén, director técnico del consejo regulador de la Denominación de Origen del Jamón de Teruel, explica que su 'cénit' llegó en 2008 cuando se enviaron al secadero unas 750.000 piezas. En este 2010, el consejo ha reducido la producción en un 30% y se han secado unas 450.000 piezas. "En nuestro caso lo que más daño hace es el mal llamado 'jamón ibérico' porque cualquier producto que presente la pezuña negra ya se le da erróneamente esa denominación", afirma Guillén, que calcula la reducción efectiva del consumo en torno al 10%.


En la D. O. del Ternasco de Aragón intentan sortear con tiento la mala situación económica -calcula que este ejercicio han aumentado sus ventas un 2% respecto al año anterior- y confían en que en Navidad se mantenga la tradición aragonesa de consumir ternasco de la tierra. "Tenemos que seguir luchando porque los ganaderos están trabajando mucho e intentamos conseguir que el consumo no sea tan estacional, sino que se vaya ampliando a otras épocas del año", explica Patricio Pérez, gerente del consejo regulador. Las perspectivas navideñas, a su juicio, son buenas, además, porque la D. O. comparte marcas con las grandes superficies, lo que puede servir para "amortiguar" el golpe.


Por su parte, José Luis Mainar, presidente a la de D. O. Cariñena, afirma que "la incidencia navideña es remolona", que los consumidores, de momento, actúan "con cierto remilgo", pero que confía en alcanzar el mismo volumen de ventas que el año pasado. En el caso de los vinos, las marcas blancas hacen más daño a las bodegas que a las denominaciones de origen, que conservan "unos clientes fieles, atraídos por el valor añadido del producto y la marca consolidada". Sí constatan que los consumidores optan por vinos de más baja calidad -como son los jóvenes- pero también destacan que el cava continúa siendo el producto estrella por excelencia.


"El año pasado ya nos vimos obligados a bajar los precios, a adaptarnos al bolsillo de los consumidores, así que este 2010 confiamos en que baste con mantenerlos", explica Mainar, que también dice que los precios en España están tan ajustados que Cariñena se 'aferra' a la exportación. El 63% de su producción viaja camino de Alemania y Reino Unido, principalmente, aunque también China, Japón o Canadá se están convirtiendo en mercados pujantes.