INVESTIGACIÓN

Las adhesiones diarias al ordenador ciudadano Ibercivis se multiplican por seis

El proyecto que dirigen investigadores aragoneses y que aprovecha el rendimiento de las computadoras personales pasa en una semana de 20 a 120 incorporaciones de media al día

Los investigadores del BIFI, ayer con el sistema de visualización en 3D que trasladarán a Francia
Las adhesiones diarias al ordenador ciudadano Ibercivis se multiplican por seis
ESTHER CASAS

El ordenador ciudadano Ibercivis, que consigue tener una gran potencia gracias a la capacidad que los ciudadanos ceden de sus computadoras personales cuando no los están utilizando, ha registrado en la última semana un nuevo pico de adhesiones. Desde el pasado lunes -cuando este periódico publicó un artículo sobre este proyecto-, se ha multiplicado por seis el número de personas que se han unido cada día a esta red científica. De las 20 que lo hacían de media en anteriores meses, se ha llegado a 120 cada jornada. Con esto, el sistema dirigido por investigadores aragoneses se acerca ya a los 16.000 usuarios procedentes de España y Portugal.

 

Estos ciudadanos contribuyen con su gesto a avanzar en las siete aplicaciones científicas en las que Ibercivis trabaja. Estas abarcan desde la búsqueda de fármacos contra el cáncer o enfermedades amiloides neurodegenerativas (entre las que están el alzhéimer y el párkinson), la recreación de los fenómenos que se producen en las estrellas para buscar nuevas fuentes de energía, el estudio de nuevos materiales que sienten las bases de los discos duros del futuro o el comportamiento de la luz en sistemas estructurados a escala nanométrica, entre otros.

 

Para unirse a Ibercivis basta con disponer de un ordenador con conexión a internet. El ciudadano interesado en participar debe inscribirse en la web www.ibercivis.es, descargarse un programa y seleccionar la investigación en la que quiere contribuir. Desde ese momento, el usuario pasa a formar parte de una base de datos de clientes. Por otro lado, en Zaragoza y Lisboa hay computadoras con un programa informático que detecta cuando algún 'cliente' está conectado a internet, pero no está utilizando la máquina o lo hace con una aplicación que apenas requiere potencia (escribir en Word, por ejemplo). Entonces, le envía una tarea. Por ejemplo, si el ciudadano ha elegido trabajar en la investigación que busca fármacos contra el cáncer, se le envía una molécula virtual para que su ordenador haga sobre ella las pruebas necesarias para ver si es apta o no para crear un fármaco.

 

Este proceso puede durar unos cinco minutos. Una vez terminado, el ordenador personal envía los resultados a un centro común de recepción de datos que se encuentra en Trujillo (Cáceres). Cuando esto ocurre se activa un salvapantallas que permite saber en qué momento el ordenador se encuentra trabajando para Ibercivis. Además del de Cáceres, hay otros dos receptores: el CSIC tiene el suyo propio en Madrid. El tercero está en Portugal.