RIESGOS

La zona está poco señalizada y es de fácil acceso al público

No existe ningún cartel que prohíba expresamente el baño en el área del desagüe de la presa, pero sí hay advertencias de que se trata de una zona de peligro.

Un cartel indica zona de peligro en la parte alta de la presa.
La zona está poco señalizada y es de fácil acceso al público
ANA ALFARO

Pocos días ha estado tan concurrido el desagüe de la presa como ayer. Desde el momento que se conoció la tragedia, decenas de periodistas se han acercado hasta el lugar del suceso buscando algún rastro de lo sucedido. Una de las cuestiones que más chocan es la escasa señalización. La Confederación Hidrográfica del Ebro, propietaria de las instalaciones, advierte del peligro por la existencia de infraestructuras hidráulicas en varios puntos del embalse, pero estos avisos están en una zona bastante alejada del área suceso, y algunos están oxidados.


Sin embargo, no hay carteles que prohíban expresamente bañarse. El baño en zonas públicas es libre y no hay legislación vigente que obligue a prohibirlo, ni siquiera que normalice las advertencias o recomendaciones.


Asimismo, varios tramos del embalse se encuentran vallados, aunque la zona del suceso es de fácil acceso. El alcalde de Castellote, Ramón Millán, consideró sin embargo que "es un área que no invita a entrar, por lo que no se sabe si se estaba bañando o se cayó", en relación con el accidente ocurrido el domingo en el lugar. Millán no quiso responsabilizar a nadie de lo sucedido y apuntó a que podría deberse a "la imprudencia" y que había sido un "desgraciado accidente fortuito".


Para José Luis Carbó, el encargado de la presa, el accidente pudo producirse al desconocer la familia que "al salir el agua del canal de descarga, hay un pequeño aliviadero, con una disipadora de energía que provoca un remolino. No cubre pero la gente que no lo conoce acaba atrapada en el remolino".


Según reconoció también Carbó, en el lugar "no hay ninguna señalización de prohibido el baño pero no se baña nadie desde hace muchísimos años".


El encargado de la presa también piensa que lo sucedido se debe a "una imprudencia" de las personas que entraron y que "por desconocimiento, les atrapó el agua y no pudieron salir", aseguró.


Turbinación normal

Asimismo, el encargado de la central explicó que el caudal que salía por las turbinas en el momento del suceso, unos tres metros cúbicos por segundo, "es el normal" que sirve para mantener el caudal ecológico.


La empresa que gestiona la producción eléctrica en el embalse de Santolea desde el año 1987, Electra del Maestrazgo, no recordaba un suceso similar aquí. Fuentes de la hidroeléctrica detallaron ayer que la velocidad de turbinación de las dos salidas en el momento del suceso era "la normal" y que no se produjo ningún incidente fuera de lo habitual.


Estas mismas fuentes explicaron que el suceso se produjo ya fuera de la competencia de la central hidroeléctrica, más allá de las turbinas y, por tanto, en el cauce del río Guadalope, en una zona donde tienen lugar fuertes remolinos por la corriente.


Aunque lamentaron amargamente lo sucedido, achacaron la tragedia que les costó la vida a tres personas de una misma familia este pasado domingo en Santolea a una "imprudencia".