La restauración de la catedral de Tarazona concluirá a finales de año

El templo reabrirá sus puertas con un acto solemne, aunque aún quedarán pendientes el claustro y varias capillasSe está reponiendo el coro y trabajando en el retablo mayor y en la capilla de San Andrés

En las bóvedas se están dando los últimos toques.
La restauración de la catedral de Tarazona concluirá a finales de año
JOSÉ MIGUEL MARCO

"Sin el coro, es una iglesia grande; con el coro, es una catedral". Así resume Fernando Aguerri las razones para reinstalar el coro de la catedral de Tarazona. Se trabaja en ello desde hace un mes, pero hay varios frentes más abiertos (retablo, capilla de San Andrés...). "Tenemos muchas ganas de acabar -asegura Fernando Aguerri-, pero no hay que correr en un trabajo de estas características, y menos ahora".

 

El Gobierno de Aragón ha invertido ocho millones de euros en dos fases, incluidas en el Programa de Restauración de Catedrales que se desarrolla en colaboración con el Ministerio de Cultura. Gracias a ello, se ha consolidado la estructura de la cabecera, el cimborrio y el crucero, además de restaurar las capillas de los Conchillos y de San Lorenzo. De manera paralela, se está terminando la recuperación del retablo mayor, gracias a un convenio de colaboración entre DGA, Ministerio de Cultura y CAI. Y también se está trabajando en el retablo y los lienzos de la capilla de San Andrés. Esta es una de las características de la restauración en la seo durante los últimos años. Como existe un plan director, se puede trabajar simultáneamente en distintos puntos del templo y con distintas financiaciones. Ahora parece verse la luz: a finales de año acabarán las obras y podrá reabrirse el templo, que lleva 28 años cerrado.

 

"En los últimos 12 años lo más complicado ha sido resolver los problemas estructurales y de humedad", señala Fernando Aguerri, arquitecto turiasonense que dirige las obras junto a su hermano José Ignacio.

 

Lo que verá el público cuando se 'inauguren' los trabajos será una catedral desconocida, renacentista. "Las pinturas que hemos encontrado son de tanta importancia que han marcado nuestro trabajo -apunta-. Hemos recolocado los ventanales platerescos porque le dan mucha más unidad al conjunto. Al final, la propia catedral nos ha recomendado el tratamiento que necesitaba".

 

En menos de una década, el templo ha pasado de encabezar la lista de catedrales en peligro elaborada por la Conferencia Episcopal, a ser calificada como "la Capilla Sixtina del Renacimiento español". Todo lo que se está haciendo en los últimos años se ve "muy positivamente" en el palacio episcopal.

"La restauración, como todas las que se hacen bien, va lenta, pero lo importante es eso, que se hace bien. Estamos muy contentos", apunta José María Gutiérrez, deán del Cabildo. El obispo de Tarazona tendrá que decidir qué tipo de celebración solemne servirá para que el templo sea 'presentado' en sociedad.

 

Lo que ocurrirá a partir de ahí suscita algunas dudas. "Una catedral es la sede del obispo, su cátedra -subraya Gutiérrez-. Tiene una finalidad eminentemente religiosa. Pero eso no impide lo más mínimo que su patrimonio artístico sea admirado por todos". Aunque se abra la catedral, quedará una importante labor de restauración en las capillas y, principalmente, en el claustro.