SANIDAD/ ARAGÓN

La prueba para diagnosticar la osteoporosis tiene una lista de espera de dos años y medio

Todas las densitometrías de la sanidad pública aragonesa son remitidas a un solo centro, el Miguel Servet. Salud y Consumo va a regular la petición e indicación de estas exploraciones, que baten récords de retrasos

La prueba radiológica por excelencia para diagnosticar y controlar la osteoporosis, la densitometría ósea (DEXA), tiene posiblemente la demora más elevada de todas las que oferta el Servicio Aragonés de Salud (Salud). Las pacientes que, por indicación del especialista (casi siempre un ginecólogo o un reumatólogo) acuden a pedir cita se encuentran con que deben esperar hasta dos años y medio para someterse a ella.


Las densitometrías tienen ya un largo historial de retrasos, pero la situación ha llegado a un límite preocupante. El Miguel Servet es el único centro público de Aragón donde se realizan estas exploraciones diagnósticas a pesar de que otros hospitales, como el Clínico Universitario, han demandado poder contar con uno de estos aparatos desde hace años.


En el 2003, por ejemplo, se hicieron en la Casa Grande 6.212 DEXA. La cifra es considerable y habrá crecido anualmente desde entonces. No obstante, Salud y Consumo no pudo precisar ayer cuántas se resolvieron en 2007 o el número de pacientes que están pendientes de una.


El director general de Planificación y Aseguramiento de Salud y Consumo, Manuel García Encabo, reconoció ayer que las esperas son muy abultadas, pero aseguró que ya hay un plan en marcha para combatirlas.


Según concretó, la comisión que se ocupa de la cartera de servicios sanitarios de Aragón recibió hace aproximadamente un mes una petición de varios especialistas del Miguel Servet. Los profesionales solicitaban que se estudie el problema para frenar las demoras.


"En octubre vamos a tener ya listo un estudio para regular cuándo debe indicarse esta prueba -por grupos de edad, patología...- y, si es necesario, compraremos más aparatos", explicó García Encabo.


El director gerente comentó que es posible que sean necesarios más medios, pero también apuntó que existe un debate entre los especialistas. "No está constatado que sea una prueba útil en algunos pacientes. Por eso, tal vez se esté indicando de más. Haremos un protocolo de manera inminente, daremos salida a todas las que están en espera y ordenaremos el sistema para eliminar las esperas", dijo.


Una prueba sencilla


La densitometría ósea es una técnica que permite medir la densidad mineral ósea del hueso y es totalmente fiable para el diagnóstico de la osteoporosis. No conlleva una difícil preparación del paciente, es indolora y mucho menos molesta que otras pruebas. Su realización es muy sencilla (no se tarda más de media hora).


Puede ayudar considerablemente al diagnóstico precoz cuando existe descalcificación ósea para que el paciente comience a tratarse cuanto antes y se eviten, por ejemplo, fracturas de cadera u otros problemas muy incapacitantes.


José Aparicio, reumatólogo consultado por este periódico, coincide en que sí que hay que delimitar la población a la que va dirigida la prueba para evitar un exceso de demanda que pueda saturar las consultas como está ocurriendo. "Cada caso es diferente, y hay que poner orden, porque, por ejemplo, a una señora mayor, de unos 80 años, que ya tenga un caso grave que se pueda ver con una placa de columna, le va a servir de poco la prueba, aunque tenga todo el derecho del mundo a sometere a ella", concreta.


Insiste, sin embargo, en un grupo de edad para el que la densitometría puede ser vital, y que es el que puede beneficiarse del diagnóstico precoz. Porque si el problema se trata a tiempo puede evitar, a los 10 ó 15 años, una fractura o un hundimiento vertebral.


La osteoporosis es un mal silencioso, pero que avanza inexorablemente. Acarrea una falta gradual de calcio que hace que los huesos pierdan grosor, se vuelvan más frágiles y puedan quebrarse. Pero como es 'invisible' ha habido una falta histórica de atención sobre esta enfermedad.


"Casi por protocolo, está indicada para cualquier mujer que empiece a perder masa ósea. Por ejemplo, en la franja de entre 45 y 55 años, para las que están a punto de empezar con la menopausia y para las que ya están con ella o la acaban de pasar", concreta este especialista, que hace un seguimiento personalizado de cada paciente.


Además, una vez que el problema se detecta, existen tratamientos que estas personas, la mayoría mujeres, deben seguir y que pueden paliar su problema.


Por supuesto hay consultas radiológicas privadas en Aragón que realizan densitometrías y, además, no a un precio demasiado elevado (alrededor de cien euros). Sin embargo, los pacientes critican que si es una prueba que oferta el sistema público, debería ser accesible y no estar condicionada por las esperas.


La asociación Informacu ha denunciado los retrasos, máxime cuando se trata de un problema que se arrastra desde hace años.