PARTIDOS-ARAGÓN

La falta de renovación agrava la crisis de CHA y provoca la escisión del sector radical

Chunta Aragonesista cerró ayer su VIII Asamblea Nacional, con la que quería pasar página a la crisis abierta tras el batacazo electoral del 27 de mayo, en medio de un ambiente de división interna. Los sectores críticos y la corriente de opinión radical Puyalón, que anunció oficialmente su salida del partido, recibieron con acusaciones de "falta de renovación" y "escaso deseo de autocrítica real e integración" la negativa del equipo de la nueva presidenta, Nieves Ibeas, a negociar los puestos de mayor relevancia en la dirección pese a haber aglutinado hasta un 45% de votos que no apoyaron el sábado la candidatura oficialista ganadora.


La exigua diferencia obtenida por Ibeas -que llega al puesto de máxima responsabilidad de CHA con un 55% de apoyos de la asamblea nacional- sobre la candidatura alternativa de Lola Giménez produjo un intenso debate para la elección del consello nacional, la ejecutiva del partido nacionalista. Los sectores críticos reclamaron en el recién elegido comité nacional, responsable de la elección del consello, una correspondencia entre la votación de la asamblea para la presidencia y el reparto final de los veinte puestos de la ejecutiva.


Con esa tesis, destinada a una amplia integración de las diferentes sensibilidades internas, los críticos plantearon asumir ocho consejeros y la secretaría general. Sin embargo, el puesto de número dos estaba reservado para Juan Martín, por lo que se planteó la posibilidad de acceder a la secretaría de Organización, extremo que tampoco fue aceptado por el equipo de Ibeas.


Finalmente, según confirmaron tanto la presidenta como Lola Giménez, tras casi cuatro horas de negociación, los oficialistas llegaron a aceptar la inclusión de siete consejeros del sector crítico y la cesión de una vicesecretaria general, puesto incluido en la dirección nacional, aunque sin determinar su contenido. Pero el sector crítico, según Giménez, consideró que "hacía falta un consello más paritario y con más renovación", por lo que no hubo acuerdo.


El resultado es una ejecutiva monocolor de quince miembros, más cinco puestos que se dejan sin ocupante en previsión de que en los próximos días sea posible renegociar con los críticos, y en la que repiten siete personas del anterior consello. Entre ellos Bizén Fuster y Chesús Bernal, anteriores presidente y vicesecretario general y actuales presidente y portavoz del grupo parlamentario, respectivamente. Se suma a la lista el anterior presidente de la maya de pleitos, José Luis Soro, y salen de ella, como figuras más relevantes, José Antonio Acero, Gonzalo Orna y Chesús Yuste.


No parece fácil reconducir la situación, o al menos no con todos los sectores de la línea crítica, donde a la voz más comedida y proclive al acercamiento de Giménez se suman otras con más peso y trayectoria que ven en la inclusión de nombres de la "vieja guardia" como Fuster, Bernal o Ariste, un "síntoma inequívoco" de que el proceso de integración y transformación anunciado por Ibeas "no será completo".


Ambiente tenso y escisión


La misma tensión que se respiró en la dura negociación del comité nacional se dejó sentir por los pasillos de la Universidad Laboral de Huesca, donde se celebraba la asamblea, durante la espera para conocer el consello. Había muchas ojeras, ya que hasta las cinco de la madrugada no había finalizado el recuento de los votos emitidos el sábado, y también muchos nervios.


Algunos veían el vaso medio lleno y apuntaban que tanto debate les iba a dar fuerza, que iban a solucionar gran parte de sus enfrentamientos y que se iba a encontrar el consenso. Otros hablaban de la escasa renovación, de las disensiones y de que el poderío zaragozano se había impuesto al resto del territorio. Y lo que era peor, la imagen de división que estaban dando ante algunos invitados, rivales políticos como Alfredo Boné (PAR) o Miguel Aso (IU), que a ratos en las puertas del edificio y a ratos en la cafetería aguantaban la espera como podían.


Las horas pasaban sin que se diera a conocer la lista de la ejecutiva y poder escuchar el primer mitin de Nieves Ibeas como presidenta, previsto para las 13 horas. A las 15, muchos, hartos de tanta espera, decidieron irse a comer. Y es que hasta los del servicio de comidas llevaban ya un rato esperándolos. Desde los responsables de prensa de la organización se invitó a los medios a que volvieran en un par de horas, en torno a las 17.00, ya que el asunto iba "para muy largo".


De esa forma, sin la presencia de periodistas, sobre las 15.30 se empezó a leer en el salón de actos los nombres de quienes forman la nueva ejecutiva. Al escucharse los primeros, una docena de miembros de la corriente de opinión radical Puyalón, junto a algunas personas de sectores críticos vinculados con el grupo que en su día se denominó Tercera Vía, abandonó la asamblea al entender que la lista era continuista. Otra docena, junto a miembros de Chobenalla, les acompañaron tras proferir gritos de protesta.


Posteriormente, mientras dirigentes de Chobenalla aseguraban que la formación "estudia la posibilidad de salir de CHA", el portavoz de Puyalón Chorche Tricas informaba de que la corriente de opinión abandonaba oficialmente el partido por "la insoportable falta de autocrítica y visión de la realidad de los dirigentes oficialistas". "A la ausencia de respeto a la democracia interna se une la burla escenificada estos días para que todo siga igual" agregó.