ECONOMÍA FAMILIAR

La factura de la electricidad también puede salir a devolver

Un 1% de los aragoneses ha recibido alguna vez dinero en vez de abonarlo en virtud de su contrato eléctricoEl cargo negativo se produce por el sistema de cobro por estimaciones.

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No solo la declaración de Hacienda puede salir a devolver. También la factura eléctrica. El 1% de los aragoneses, según los datos facilitados por Endesa, se ha encontrado con una sorpresa en el recibo de la luz: en vez de pagar, han cobrado por poner la lavadora, ver la tele o encender el aire acondicionado. Una situación que acaba de vivir la zaragozana Isabel García, que no podía creer su suerte cuando abrió la carta de la compañía y se encontró con un cargo negativo. «Me chocó, porque esperaba pagar.


Me alegró, pero también me sentí un poco estafada. Si me devuelven, es porque me han cobrado antes cosas que no he gastado», cuenta la joven, que vive en un piso de alquiler. Aunque no se queja de encontrarse con un reintegro, sí le molestó la falta de información. «Cuando esto sucede, no te dan indicaciones sobre si lo van a descontar en próximas facturas o ingresarlo en la cuenta en la que tengo domiciliado el pago. Sin embargo, dos días después, me llegó una carta diciéndome que me lo integrarían en el banco», explica.

Según fuentes de la compañía, la devolución se produce en la misma cuenta bancaria cuando el recibo está domiciliado o a través de descuentos en facturas posteriores en el caso de quien paga en metálico. Además, recalcan, estas situaciones son excepcionales y se producen por el sistema de cobro a través de estimaciones. Endesa está obligada a hacer una factura al mes, pero no una lectura real de lo gastado cada 30 días. Por lo tanto, se hace una estimación según el consumo del año anterior. De no poder acudir a estos datos, por ejemplo, en el caso de una vivienda nueva, se calcula a través de una fórmula marcada por el Ministerio de Industria. «Son casos muy raros, que suelen darse en dos tipos de contratos: en los de menos de un año o en aquellos que han cambiado sus hábitos de consumo. Por ejemplo, cuando un verano has puesto el aire acondicionado y, al siguiente, la casa ha estado vacía o no ha hecho calor», apuntan desde la empresa.

Aunque esta práctica es legal y está contemplada en el reglamento de la Dirección General de Política Energética y Minas, tanto usuarios como asociaciones de consumidores le ponen peros.

Es el caso de Patricia Martín, una oscense que vivió una situación similar al cambiarse de domicilio, y cambió su contrato para pagar cada dos meses y, así, basar siempre sus pagos en una lectura real de su consumo. «Como mi piso es nuevo, no había datos anteriores. Un mes me cobraron un pastizal y llamé indignada. Entonces me explicaron que, al siguiente, me devolverían. Y así fue. Pero no me da la gana de que tengan dinero mío por adelantado», señala.

Por su parte, el presidente de la Unión de Consumidores de Aragón, José Ángel Oliván, considera estos casos como «un ejemplo más de que la factura estimada no da más que problemas». En su opinión, la facturación por un servicio debería ser siempre acorde el gasto. En este sentido, pide que las compañías comprueben los datos de cada abonado más frecuentemente o, en su caso, instalen contadores de teledistancia, que puedan leerse sin necesidad de desplazarse. «Las asociaciones de consumidores no entendemos que haya facturas estimadas. Caso así suponen lo mismo que cuando te devuelve Hacienda: te pone contento, pero eso quiere decir que le has prestado dinero durante mucho tiempo», concluye Oliván.