TRÁFICO/ARAGÓN

La DGT instala radares fijos en cinco carreteras secundarias de Aragón

Los nuevos puntos de control de velocidad se ubican en tramos de Magallón, Tauste, La Almunia, Peñaflor y Huesca. Tráfico ha aumentado también los aparatos en las nacionales.

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha instalado los cinco primeros radares para controlar la velocidad en las carreteras secundarias aragonesas. Hata ahora, los aparatos se colocaron en autovías y autopistas y en una segunda fase se llegó también a las carreteras nacionales. Con esta nueva remesa, Tráfico pretende cubrir las vías autonómicas, en las que han aumentado de forma considerable los accidentes.


Cuatro de estos nuevos dispositivos se han instalado en carreteras de la provincia de Zaragoza, mientras que el quinto se ha colocado en Huesca. A la hora de elegir los lugares más idóneos, se ha tenido en cuenta la siniestralidad de las vías. Por ello, los primeros cinemómetros de la red secundaria aragonesa funcionarán en las siguientes localidades: Magallón (A-121); Tauste (A-127), La Almunia (A-220) y en el barrio de Peñaflor de la capital aragonesa (A-123).


En cuanto a la provincia de Huesca, un radar fijo controlará los excesos de velocidad que se produzcan a la entrada de la capital, justo a la altura del centro comercial Coso Real (A-132).


La DGT aprovechará esta tercera fase para incrementar también el número de cinemómetros en algunas carreteras nacionales de la comunidad. En concreto, se han estrenado ocho máquinas, que se reparten por las tres provincias. En cuanto a Zaragoza, habrá una nueva en la carretera del aeropuerto, a la altura de instalaciones de la Jefatura Provincial de Tráfico (N-125). La conflictiva N-232, también contará con dos nuevos radares: uno en Mallén y otro en Pedrola. Por último, habrá un aparato en Mequinenza (N-211).


Los cinemómetros de Huesca estarán ubicados en Baells (N-230) y entre Candasnos y Fraga (en la N-II). En Teruel, se situarán otros dos, uno próximo a Calamocha (N-211) y otro en Alcañiz (N-232). No obstante, este plan se desarrolla a nivel nacional y la suma total de radares distribuidos por todas las carreteras españolas asciende a 190. Igual que ocurre con el resto de aparatos de este tipo, se podrá consultar su localización a través de la página web de la DGT.


Desciende la velocidad


Desde que en 2005 se puso en marcha el plan de radares, la velocidad media española ha descendido en tres kilómetros por hora. y el número de vehículos fotografiados por los equipos ha pasado del 7% en el año que comenzó a funcionar 1% en este.


La instalación de estos controles tiene cono fin reducir la velocidad y evitar, de este modo, los accidentes. Según la DGT el exceso de velocidad está presente en el 21 % de los accidentes con víctimas y en el 27% de los siniestros con muertes. Además, en verano las velocidades medias tienden a aumentar entre tres y cuatro kilómetros por hora. Así lo refleja la comparativa de los datos del primer semestre de 2007 con los referentes a los meses de verano -se pasó de 122 kilómetros por hora a 125 en el carril izquierdo mientras que en el derecho el incremento fue de 122 a 116 kilómetros por hora-. Según la DGT, si se condujera a la velocidad adecuada, podrían evitarse unas 900 muertes.


Por otro lado, según un estudio de Nilson (Power Model), una disminución del 5% en la velocidad media supone reducir un 10% los accidentes con heridos y un 20% los mortales.