LAS CUENTAS PÚBLICAS

Iglesias rectifica y anuncia ahora ajustes sin concretar en las empresas públicas

El presidente de la DGA cifra en 80 millones el ahorro en Aragón con los recortes de ZapateroLa oposición acusa a la DGA de gestionar de forma "irresponsable" y exige al Ejecutivo iniciativas "drásticas".

El presidente Iglesias, durante su intervención de ayer en las Cortes.
Iglesias rectifica y anuncia ahora ajustes sin concretar en las empresas públicas
PEDRO ETURA/A PHOTO AGENCY

Han pasado dos meses. El escenario sigue siendo el mismo pero el discurso ha cambiado. Mientras el consejero de Economía, Alberto Larraz, desechaba tajantemente una reestructuración de las empresas públicas el pasado marzo como le exigía la oposición, ayer le tocó al presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, dar marcha atrás y contrarrestar las críticas por la falta de ajustes en la administración autonómica con un futuro plan centrado en el sector público, integrado por 75 sociedades que suman casi 900 millones de presupuesto. Pero fueron pocos los detalles que avanzó sobre su contenido.

Iglesias, que comparecía a iniciativa propia para explicar las medidas impulsadas por el Gobierno de Zapatero, se limitó a anunciar que esa reestructuración se articulará en torno a tres líneas: unas 25 compañías se verán sometidas a procesos de desinversión y venta; otras seis serán liquidadas o disueltas; y habrá otras que se fusionarán o se habilitará una fórmula para una gestión compartida (por ejemplo, las empresas de logística).

Todo esto, además, conllevará un ajuste en el personal del sector público, en el que la plantilla media se sitúa en 1.500 personas. Pero ni una explicación más. Ni sobre el ahorro que supondrá, el número de sociedades afectadas, los mecanismos que se adoptarán... El propio consejero Larraz se escudó en que ya se habían adoptado medidas como la consolidación fiscal, que habían permitido ahorrar un millón de euros. Tampoco hubo ninguna referencia a un posible recorte en el gasto corriente, como solicita el PP, ni a un incremento de los impuestos a las rentas más altas, como reclaman CHA e IU. Ni a otras medidas de ajuste, porque -como no han parado de insistir desde la DGA- el presupuesto ya es suficientemente restrictivo con un descenso del 2% y no precisa -a su juicio- más cambios. No obstante, hay que recordar que la DGA se ha visto obligada a recurrir a captar más deuda para no recortar el gasto.

Llamada a la colaboración

La reestructuración de las empresas públicas fue la única medida de ajuste que planteó Iglesias. En el resto de su discurso, trató de defender el polémico plan de Zapatero que supondrá un ahorro en la Comunidad de 80 millones de euros (unos 67 millones por el recorte en el sueldo de los funcionarios, 7 por los ajustes en el gasto farmacéutico y el resto, por la ley de dependencia y las otras iniciativas).

Habló de la necesidad de hacer "un esfuerzo titánico" en un "momento de máxima dificultad" y recalcó que estas medidas ayudarán a "devolver la confianza". Admitió que Rajoy "estaba en lo cierto" en la necesidad de reducir el déficit pero argumentó que el Gobierno "no quería ir tan rápido" para no frenar el crecimiento. Aún así apeló a la solidaridad y a la colaboración para salir de "este atasco". "Si todos somos capaces de entender este momento de dificultades y hacemos un esfuerzo solidario, lo conseguiremos", animó.

La oposición respondió a la llamada de colaboración pero con una serie de condiciones y con duras críticas a la gestión realizada. De hecho, el debate transcurrió en un tono especialmente bronco entre socialistas y populares con continuas interrupciones que tuvo que frenar el presidente de las Cortes.

El portavoz del PP, Eloy Suárez, le recriminó a Iglesias que la solución de la crisis "no es un problema de solidaridad, sino de irresponsabilidad de quien nos gobierna" y le recordó que su partido lleva sin éxito exigiendo recortes -a través de casi una veintena de iniciativas- casi dos años. Pero dejó la puerta abierta a un pacto con el PSOE si "emprende un viaje de recortes drásticos y duros". Entre estos ajustes enumeró la reducción de los 120 asesores y del gasto en protocolo, publicaciones y publicidad, la reestructuración de las empresas públicas y la reducción de subvenciones. Además, instó a Iglesias a no reducir inversiones y a abandonar "el discurso de la demagogia y las medias verdades".

La presidenta de CHA, Nieves Ibeas, también dirigió sus críticas al Gobierno de España, del que dijo está "desacreditado" y el que, a su juicio, "está haciendo el juego sucio al PP". Consideró "injusto" que "paguen la crisis los que no la han generado" y lamentó que Aragón tenga que asumir recortes "equitativos" en inversiones cuando ha asumido "ajustes de todo tipo". Y tildó la política de Zapatero de "contradictoria y errática".

El portavoz de IU, Adolfo Barrena, invitó a "bailar" al PSOE con la izquierda para salir de la crisis e insistió en denunciar que la crisis "la pagan los que no la han generado". Apuntó a la banca como uno de los culpables y criticó las ayudas que recibe del Gobierno pese a tener beneficios. Por eso, propuso medidas sustitutivas a las de Zapatero: recuperar el impuesto de patrimonio, renunciar a subir el IVA y aplicar uno especial a productos de lujo, reducir gastos de la Casa Real, aplicar impuestos a la Iglesia, traer las tropas de Afganistán... "Es la salida más social a la crisis", dijo.

Jesús Miguel Franco (PSOE) respaldó "sin fisuras" a la DGA y al Gobierno de España y Javier Allué (PAR) avisó que estamos en situación de "emergencia nacional", pero que no renunciarán a las ayudas a las pymes y emprendedores ni "a los que realmente las necesitan".