Las incógnitas siguen sin despejarse. La ejecutiva del PSOE ayer no pasó de ser un mero trámite con un único objetivo: poner en marcha la maquinaria de las candidaturas antes de agosto. Para ello, se ha convocado para el próximo 23 de julio el comité regional. El orden del día de este órgano tampoco prevé grandes sorpresas más allá de dar cuenta de cómo será el proceso, que se acordará apenas seis días antes en el comité federal, en Madrid. El día 17 se concretará los avales que necesitan los candidatos, los plazos, el procedimiento de designación, los requisitos, el mecanismo de primarias...

Hasta entonces, no habrá ningún movimiento y después, tampoco se espera que -por lo menos, en Aragón- se avance nada hasta el mes de septiembre. Será entonces cuando se confirme si Eva Almunia es finalmente la aspirante a la Presidencia de Aragón y se detallen las condiciones en que llega a la Comunidad. Es decir, si el presidente de Aragón y secretario general de los socialistas aragoneses, Marcelino Iglesias, le hace un hueco en su Ejecutivo -posiblemente en Presidencia- o si mantiene su puesto de secretaria de Estado y se dedica únicamente a hacer viajes a la Comunidad.

Precisamente, ayer estuvo en Zaragoza, pero no asistió a la ejecutiva del partido. De hecho, ni siquiera se le mencionó. El presidente Iglesias tampoco se refirió a las presiones que está recibiendo en los últimos meses de Madrid para que reconsidere su decisión de no presentarse. En su intervención sobre la situación política como máximo dirigente del PSOE en Aragón, Marcelino Iglesias no hizo ninguna referencia a su sucesión ni a la posible candidata. Y algunos asistentes lo echaron de menos. Apenas queda un año para las elecciones y la inquietud empieza a colarse en las filas socialistas por la falta de un referente en el partido para la DGA. "Si va a ser ella, cuanto antes la nombren mejor", opinaba ayer un socialista, que veía "lógico" que llegara al Gobierno de Aragón para "potenciarla".

"Se está alargando demasiado el proceso", consideraba otro destacado dirigente socialista. Otros, en cambio, mostraban su tranquilidad e insistían en que "no hay necesidad" de incorporar a Almunia al Ejecutivo. "¿Para qué? ¿Para desgastarla?", preguntaba otro miembro de la formación. Y mientras, Iglesias sigue sin aclarar nada. Desde que saltara a la palestra el nombre de la posible candidata a sucederle, el presidente de Aragón no ha tenido ningún gesto público de confirmación. Ni siquiera en los actos de partido que se han celebrado recientemente en Teruel y Zaragoza. Tampoco ha querido hacer ninguna declaración pública sobre las presiones desde Ferraz para que repita. "No hay novedades" es la única respuesta que suele dar al ser preguntado por este asunto.

Más allá del proceso de designación de los candidatos, Iglesias sí habló de la delicada situación económica -auguró que habrá una recuperación pronto- y -a solicitud de un miembro de la ejecutiva y de forma breve- sobre la polémica entre la necesidad o no de las comarcas y las diputaciones. La consigna fue no avivar más el debate.