LA POLÉMICA HIDRÁULICA

Iglesias dijo en 2002 que dimitiría si el PSOE apoyaba el trasvase

El presidente aragonés hizo esta afirmación en plena batalla contra el PHN de Aznar (PP) que apoyaron algunas Comunidades y federaciones socialistas.

El 30 de abril de 2002, Marcelino Iglesias, que llevaba tres años como presidente de la Comunidad Autónoma, afirmó que Rodríguez Zapatero apoyaba el Pacto del Agua de Aragón y que rechazaba de plano el PHN que había aprobado el Gobierno de José María Aznar (PP) con el apoyo de algunas Autonomías y federaciones socialistas, como José Bono (Castilla-La Mancha) o Juan Carlos Rodríguez Ibarra (Extremadura).


De hecho, Iglesias anunció ese día que "si el PSOE apoya el trasvase del Ebro dimitiré como presidente de Aragón y de los cargos orgánicos del partido (secretario general del PSOE-Aragón y miembro de la ejecutiva federal). A la semana, José Luis Rodríguez Zapatero mostró en Zaragoza su total respaldo a Iglesias, aseguró que si ganaba las elecciones generales de 2004 derogaría el trasvase del Ebro y que había otras alternativas para arreglar los problemas de agus de Cataluña y las zonas levantinas.


Zapatero derogó en 2004 el trasvase del Ebro previsto en el PHN que contemplaba transferencias de caudales de 1.050 hectómetros cúbicos a Cataluña, Valencia, Murcia y Almería. De ellos, 190 hectómetros cúbicos estaban previstos para Barcelona.


Los miembros del actual Ejecutivo catalán (PSC-ERC e ICV) rechazaron en varias ocasiones el trasvase, tanto con Maragall como con Montilla, incluyendo el que ahora se pretende aprobar para llevar agua del Ebro a la Ciudad Condal, contra las críticas del PP y de CiU que apoyaban el trasvase.


Asimismo, los tres pactos de gobierno suscritos por PSOE y PAR, incluyen expresamente el rechazo de la Comunidad Autónoma a cualquier tipo de trasvase del Ebro. Además, menciona que en situación de emergencias para cualquier trerritorio de la cuenca se aplicarán las medidas legales de unidad, consenso y negociación, convocando también a los organismos de cuenca y a todas las partes, para decidir soluciones y alternativas.


En los últimos días, Iglesias declaró, ante la polémica por el trasvase del Segre, que "dan más problemas que soluciones y que ningún trasvase es bueno".