El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, se mostró ayer confiado en que tanto los presupuestos generales del Estado (PGE) como los autonómicos permitan mantener la inversión actual. El jefe del Ejecutivo regional arropaba así al portavoz del partido en el Congreso de los Diputados, José Antonio Alonso, que fue el invitado más destacado en la Fiesta de la Rosa que celebraba su segunda edición el PSOE de Zaragoza, en esta ocasión, en la localidad de Cariñena.

Alonso llegó con la lección bien aprendida para defender la propuesta de PGE. "La reforma fiscal es más equitativa porque van a satisfacer más impuestos los que más tienen", señaló. A su juicio, los nuevos presupuestos "son más progresivos" para poder "mantener la modernización del país" así como "los servicios sociales".

Sin embargo, consciente de lo complicado que puede resultar aprobar esta propuesta en el Congreso, Alonso ofreció una "negociación generosa" para "aquellos grupos que, de una forma u otra, han mostrado voluntad de colaboración". El portavoz socialista descartó el apoyo del Partido Popular y reconoció que "será difícil" llegar a un acuerdo con CIU, ya que "están pensando en las próximas elecciones catalanas".

Las cuentas en Aragón

Marcelino Iglesias se mantuvo prudente y no avanzó aún nada de las cuentas previstas para Aragón, pero reconoció que los presupuestos serán "más contenidos" que otros años. El presidente aragonés apuntó que se "recortará el gasto corriente" con el objetivo de mantener las inversiones en los proyectos más importantes que hay en marcha. Además, aseguró que las comunidades se encuentran en buena situación para asumir el endeudamiento y recordó que con el nuevo modelo de financiación, Aragón cuenta con 156 millones de euros más para "salvar bien los compromisos adquiridos".