A lo largo de las próximas tres semanas, los dos trenes Talgo Serie III apeados en la estación de Sariñena quedarán reducidos a bloques de aluminio, acero inoxidable, cobre y hierro. El desguace de sendos convoyes, que llevan más de tres años estacionados en las vías fuera de servicio, comenzó ayer a través de la empresa Magma Gestión Medioambiental.

La firma, que resultó adjudicataria de los trabajos, tiene su sede en Valencia y ha desplazado a un total de seis empleados para las labores de desguace y desescombro. En total, "se trata de 43 vagones y el 95% de los materiales serán seleccionados, apilados en diferentes bloques y reciclados", según explicó el gerente de la empresa Magma, Víctor Montes.

La empresa ha resultado adjudicataria de cuatro concursos diferentes de ADIF por valor de 600.000 euros. Los lotes están repartidos en diferentes puntos de la geografía española, de Badajoz a Bilbao. En el caso de Sariñena, el desguace y retirada de ambos convoyes responde a las críticas realizadas en su momento por el diputado de IU en el Alto Aragón, Miguel Aso, así como por el propio Ayuntamiento de Sariñena, que consideró que el estado de sendos trenes afeaba la imagen de la propia estación y, al mismo tiempo, suponía un foco de "insalubridad" para las personas.

A lo largo de este tiempo ambos trenes han sido objeto de continuos actos vandálicos así como de la acción de los saqueadores e, incluso, llegaron a ser utilizados por una banda organizada como centro de operaciones y lugar de almacenaje de objetos robados. Para el alcalde de Sariñena, Francisco Villellas, su estado era "lamentable y ofrecían una mala imagen ante cualquier viajero". En concreto, los trenes estaban ubicados en una vía sin servicio y un apartadero en desuso de la estación de Sariñena. Al parecer, uno de ellos era el denominado Talgo ‘Miguel de Unamuno’, que recuerda al conocido escritor bilbaíno y que fue estacionado el 26 de julio de 2010 en la capital monegrina tras 40 años recorriendo millones de kilómetros por el norte de España.

Los Talgo Serie III entraron en funcionamiento en los años 60 y en su momento, fueron un claro exponente de la ingeniería española. De hecho, era el tren más rápido, moderno y exclusivo. Tenía un diseño futurista, plateado y con una franja roja, y entonces, ya era capaz de alcanzar los 160 kilómetros por hora. Los trenes Talgo se fueron retirando con la aparición de los Alvia. Algunos han sido enviados a países extranjeros y otros vagones fueron rescatados para la historia.