Detenido un joven por incendiar su piso en Aínsa y acuchillar a un hombre en su huida

El arrestado, que parecía tener las facultades mentales alteradas, agredió sin mediar palabra a la víctima, de 63 años

Ángel Betato, dueño del bar Sony, señala la ventana desde donde saltó el detenido tras quemar su piso.
Ángel Betato, dueño del bar Sony, señala la ventana desde donde saltó el detenido tras quemar su piso

Los vecinos del barrio de Banastón de la localidad de Aínsa seguían ayer consternados por un grave suceso ocurrido el domingo por la noche que terminó con la detención de un joven de 29 años de edad, Carlos S. B., que al parecer tenía las facultades mentales alteradas, por incendiar presuntamente su propia vivienda y acuchillar a un vecino y empresario de Aínsa de 63, Joaquín S. C., con el que casualmente se cruzó en la calle cuando huía de los agentes que le perseguían.


Aunque la víctima, que recibió tres cuchilladas, fue trasladada con heridas de pronóstico grave al hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde tuvo que ser operado de urgencia, afortunadamente el hombre ya recibió ayer el alta, según confirmaron fuentes cercanas a la víctima y también del propio centro sanitario.


La rápida actuación de los vecinos y del servicio de Protección Civil de la Comarca de Sobrarbe permitió una rápida extinción del incendio evitando que afectara al resto de pisos del inmueble.


Según informaron ayer fuentes de la Guardia Civil, de los servicios de emergencia y testigos de los hechos, fueron los propios gritos de auxilio del detenido los que alarmaron a los vecinos de la avenida de Sudiera, en el barrio de Banastón, sobre las 21.00."¡Ayudadme, que me persiguen!"

El joven, vecino de Huesca aunque descendiente de Aínsa, donde suele pasar los fines de semana, empezó a dar voces por las ventanas de su vivienda familiar, situada en la primera planta de la citada avenida de Sudiera, encima del conocido Bar Sony. Según recordaban ayer los vecinos, el joven gritaba: "¡Socorro, ayudadme, que me persiguen!".


Temiendo que el joven se arrojara desde el piso, el propietario del bar Sony, Ángel Betato, abrió las sombrillas de la terraza para intentar amortiguar la posible caída. Pronto, algunos allegados, acompañados de la Guardia Civil, se personaron en la puerta de la vivienda, pero el joven se negó a abrir. Al parecer, había provocado un incendio en el sillón del salón y empezaron a salir llamas por el balcón y una ventana, ante lo cual vecinos y agentes decidieron echar la puerta abajo y comenzaron a reducir el fuego con la ayuda de unos extintores.


Mientras, el joven saltó por la ventana del baño hacia la plaza de San Lorenzo y cayó seis metros sobre un vehículo aparcado allí.


Ante la alarma del fuego, un empresario y vecino de Aínsa se fue corriendo hacia una nave cercana para coger más extintores, pero en su camino se cruzó con el joven, que llevaba un cuchillo en la mano con el que, sin mediar palabra, le asestó varias puñaladas.


El presunto agresor fue reducido poco después por los agentes de la Guardia Civil y también fue trasladado al hospital San Jorge de Huesca para ser atendido de una lesión que se produjo al saltar de la ventana de su piso a la calle.


Los gritos de auxilio hicieron que muchos vecinos se acercaran hasta la zona para interesarse por lo que estaba ocurriendo y se centraron en intentar colaborar para sofocar el incendio. Por ello, muchos de ellos ni siquiera se enteraron de la posterior agresión con arma blanca, que tuvo lugar en la parte trasera del edificio."Casi me ahogo con el humo"

El bloque donde se produjo el incendio cuenta con seis viviendas, aunque solo dos de ellas están habitadas de forma permanente. Juan Castán, uno de los vecinos, subió rápidamente hasta la tercera planta para dar la alarma a los otros propietarios. "Cuando estaba subiendo fue cuando derribaron la puerta y toda la humareda subió hacia arriba y casi me ahogo", recordó ayer este vecino, que incluso tuvo que sacar la cabeza por una de las ventanas del rellano ante la cantidad de humo.


Siete miembros de Protección Civil de la Comarca de Sobrarbe y de la brigada del Ayuntamiento acabaron de extinguir el incendio con la ayuda de dos vehículos. "Necesitamos solo una carga de unos 200 litros para apagarlo porque la rápida actuación de los vecinos evitó más daños", manifestó ayer José Luis Brun, coordinador del servicio comarcal. Pese a todo, el interior de la vivienda quedó totalmente calcinada. El resto de los vecinos pudieron volver a sus viviendas por la noche.


El alcalde de Aínsa-Sobrarbe, José Miguel Chéliz, se mostró ayer consternado por el suceso y quiso transmitir un mensaje de afecto a la familia del agredido, así como a la del agresor, muy conocida en la localidad. "Hay circunstancias oscuras que se tendrán que esclarecer para conocer las razones de un suceso tan brutal, pero lo importante es que la víctima está fuera de peligro", manifestó el primer edil.