Mueren 3.200 cerdos quemados y el dueño pierde más de 100.000 euros

El dueño de la granja, en Velilla de Ebro, teme por el futuro de su negocio tras el incendio.

El propietario de la granja de Velilla de Cinca (Huesca) donde un incendio ha provocado la muerte de los 3.200 cerdos que se encontraban en su interior ha valorado la pérdida en más de 100.000 euros, un suceso que cree que puede costarle el negocio familiar.


Los cerdos no llevaban ni 24 horas en la granja cuando el fuego, originado en la madrugada del sábado por causas que aún se desconocen, comenzó cerca de la entrada y se expandió por la nave más grande de la granja, de unos 1.200 metros cuadrados, provocando graves quemaduras y la asfixia a la mayoría de los cerdos que ahí se encontraban.


Javier Sasot, uno de los dos dueños de la granja de cría porcina en la que trabajan él y su hijo desde hace 7 años, ha explicado que las llamas alcanzaron el tejado y afectaron a la instalación eléctrica, el suministro de agua y alimentación y llegaron a los compartimentos donde estaban todos los cerdos, en total 3.200.


Muchos de ellos murieron calcinados y los que sobrevivieron, algunas decenas, tuvieron que ser sacrificados por el estado en el que se encontraban y trasladados para su incineración, una imagen que, según el ganadero, nunca olvidará.


Sasot ha relatado que se enteró del incendio, al que acudieron los agentes del cuerpo de bomberos de Fraga, la Guardia Civil y la Policía judicial fragatina, sobre las seis de la mañana, tras recibir el aviso de un conductor que pasaba por la zona.


A sofocar el fuego, que se mantuvo activo durante unas dos horas, también acudieron numerosos vecinos de este municipio de alrededor de 450 habitantes, como el concejal del Partido Socialista, José Antonio Pueyo, que ha explicado que quedaron "consternados al ver la gran cantidad de animales calcinados sobre el terreno, porque no quedó ni uno".


"Estamos muy impactados, porque además la semana que viene íbamos a recibir más cerdos para la cría", ha asegurado Sasot, que dice estar "bastante preocupado" por el futuro de su negocio, del que conocerán más detalles mañana, lunes, con la visita de la aseguradora.


El incendio no llegó a la otra nave de la granja, más pequeña y situada a unos 15 metros de distancia, por lo que Sasot espera "ir tirando" con ella, a pesar de que las pérdidas serán muy difíciles de recuperar, "porque a los más de 100.000 euros del ganado porcino debemos sumarle toda la instalación, de la que solo nos ha quedado la estructura".