La reserva hídrica de la cuenca del Ebro está en el promedio de los últimos cinco años

Los caudales almacenados suman 5.692 hm3 (73%), según revela la CHE. La Confederación efectúa una crecida controlada en el río Cinca aprovechando la buena situación de El Grado y Mediano.

Una imagen para el recuerdo. Las tres compuertas de la presa de El Grado soltaron ayer un total de 19,4 hm3.
Una imagen para el recuerdo. Las tres compuertas de la presa de El Grado soltaron ayer un total de 19,4 hm3.
Javier Navarro

Las reservas hídricas en la cuenca del Ebro están en las cifras de un año promedio. Suman 5.692 hm3 (73%), según el último informe semanal publicado el 1 de abril. La media de los últimos cinco años ha sido de 5.619 hm3 (72,3%) para esta misma fecha. No obstante, el año pasado, en plena sequía, había almacenados 4.554 hm3 (58%).

En todo caso, observando los mapas de sequía y escasez correspondientes a febrero, la situación es muy diferente según la zona de la cuenca. Destacan los buenos datos de la parte occidental y central de la margen izquierda del Ebro, que ha recogido sucesivos frentes en otoño e invierno de este año hidrológico 2023-2024 y cuyos embalses están llenos, como los aragoneses Yesa, El Grado, Mediano, Bubal, Lanuza, La Sotonera o Barasona.

Por el contrario, el pantano del Ebro, en cabecera (Cantabria y Castilla y León), se recupera más lentamente de la sequía de 2023 (está al 41% de llenado, cuando lo habitual en estas fechas es que almacene el 70%). Esto afecta a la unidad territorial del eje (La Rioja, Navarra y Aragón).

La margen derecha de Aragón también se encuentra en situación de sequía, destacando la escasez de reservas en las unidades territoriales del Huerva y Guadalope, donde los últimos frentes de lluvia están ayudando a salir de esta coyuntura.

La unidad territorial del Noguera Ribagorzana, con los embalses de Canelles, Santa Ana y Escales tampoco presenta una buena situación, pero se está recuperando, informaron desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Por contra el sistema de embalses Mequinenza, Ribarroja y Flix, en el Bajo Ebro, cuenta con buenas reservas. 

Aprovechando la crecida natural y el buen estado de reservas en el sistema de embalses de Mediano y El Grado, la CHE realizó este martes  una avenida controlada en el río Cinca. A las 8.00 se abrieron las tres compuertas de esta última presa para empezar a verter 200 metros cúbicos por segundo. A partir de las 11.00 y en las siguientes doce horas, el caudal que llegó al río fue de 400 m³/s. Entre las 23.00 y la una de la madrugada se volvió a los 200 m3.

Miguel García Vera, jefe de Planificación de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), explicó que de esta forma se puede estudiar el efecto de lo que sería una avenida ordinaria o natural en el río. En el Cinca y en los demás cauces de la cuenca. "Hacemos un despliegue con varios equipos del servicio de hidrología para medir los caudales, la turbidez o sedimentos entre otros parámetros. También estará la guardería y se utilizará un dron", señaló el técnico.

Según dijo, con todo ello se conseguirán datos para un estudio más amplio con el fin de medir el efecto de los caudales generadores en los 65 embalses de la Confederación. Es algo que se quiere implementar cuando se haga el cuarto ciclo del Plan Hidrológico del Ebro, en 2027. Los caudales generadores (que no son lo mismo que los ecológicos) condicionan la morfología del cauce, facilitan la estructuración de los hábitats fluviales y organizan y limitan la distribución del bosque de ribera.

Según informaron desde la CHE, los frentes de octubre y noviembre de 2023 y los de 2024 provocaron incrementos de caudal en los afluentes más occidentales de la margen izquierda. De hecho, el pasado mes de febrero se produjo una crecida importante en algunos afluentes norteños, en el tramo alto y medio del Ebro. 

García Vera comentó que los estudios como el que se inició ayer en el Cinca "tendrán su recorrido y se irán presentando los resultados". "Es un concepto nuevo que aplicaremos de forma sistemática en nuestros embalses y que se llevará a cabo con los gestores y usuarios de las presas. El fin es contar con esos caudales generadores o crecidas controladas para tener unos ríos en mejor estado", precisó. 

Campaña garantizada

Los embalses de la margen izquierda occidental y central de la cuenca están prácticamente llenos y la reserva de nieve también es muy significativa, lo que garantiza para sus comunidades de referencia el regadío de la campaña del verano de 2024. En estos pantanos ha habido que realizar continuas maniobras para poder almacenar caudales entrantes. 

Mediano y El Grado almacenan ahora 829 hm³ y el volumen de agua que se soltó es de 19,4 hm³, "un 2,3% que va a recuperarse y que no afecta a los usuarios en lo que a recursos hídricos se refiere», indicó García Vera. 

Las primeras crecidas controladas en la cuenca del Ebro datan de los años noventa, en el embalse de Mequinenza, donde continúan por un problema de macrófitos (plantas acuáticas). "En el resto de pantanos se podrá hacer cuando se produzca este periodo de exceso de agua», apuntó el jefe de Planificación de la CHE. 

La crecida del Cinca con el agua soltada ayer se estimó que tardaría en llegar unas 22 horas hasta el embalse de Ribarroja (en la comarca de Ribera de Ebro, en Cataluña).

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