La lluvia frustra también el Santo Entierro de Huesca, que solo ha sacado 4 de las 11 procesiones
Ha llovido durante toda la tarde en la ciudad y había pocas dudas sobre la decisión de suspender el desfile, en el que iban a participar los 20 pasos y más de un millar de personas.
Había poco margen para la duda. Las cofradías de Huesca tuvieron tiempo para hacerse a la idea de que este año no habría procesión del Santo Entierro. Desde primera hora de la tarde ha llovido con intensidad en la ciudad, una tormenta acompañada de truenos e incluso de granizo. Pero había que esperar hasta el último momento para tomar la decisión de suspender. A las seis y media se ha certificado la cancelación de la procesión más importante de todas, la del Viernes Santo, que viene precedida de una cascada de suspensiones sin precedentes en la Pascua oscense. De los 11 desfiles previstos solo han salido a la calle cuatro, los del Domingo de Ramos y el Martes Santo. Y la previsión no es buena para la que queda el Domingo de Resurrección.
A las cuatro y media de la tarde, la hora de sacar los grupos escultóricos al paseo de Ramón y Cajal, donde se exponen al público, ya llovía. Por eso se quedaron dentro de la iglesia. "A las seis y media hemos visto que no había vuelta de hoja. Estaba cantado. Suspendemos y esperemos que al año que viene no llueva", ha explicado el portavoz de la Archicofradía de la Vera Cruz, José Luis Gómez.
La decisión se ha tomado en una reunión en la que han participado los cabeceros (encargados) de los 20 pasos, los 14 priores de las cofradías y miembros de la Vera Cruz, la archicofradía encargada de organizar la Semana Santa. Era evidente porque fuera, en la calle, seguía lloviendo. "No te puedes jugar el patrimonio", señalaba Gómez, quien no recuerda "una Semana Santa con tantas procesiones suspendidas". La del Viernes Santo es, en su opinión, la más peligrosa en caso de lluvia, "porque las otras duran hora y media y si aceleras, menos, pero el Santo Entierro son cuatro horas"
A la iglesia de Santo Domingo apenas se habían acercado cofrades, ya que todo el mundo daba por hecho que no saldría. En esta procesión participan 1.200 personas y los 20 pasos. El portavoz de la Vera Cruz lo sentía sobre todo por las bandas de tambores. "Llevan todo el invierno ensayando en los bajos de la plaza de toros, en alguna nave, en la calle, con frío y con viento", lamentaba.
Junto a la peana del Cristo del Perdón, el paso más antiguo de Huesca, de 1695, esperaba resignado José Andrés Ferrer, tercera generación de cofrades, que tampoco pudo desfilar la madrugada del jueves con su procesión. "Tenemos sentimiento encontrados. Sabíamos que iba a llover, pero guardábamos la esperanza de que saliera el sol en algún momento. Este año ha sido que no. Aunque no lloviera, es jugarte mucho patrimonio, el peligro que supone la calle mojada o el riesgo para los instrumentos", comentaba. Alguna vez le ha cogido el agua en la procesión, "y es una lástima porque lo tienes que tapar con un plástico, hace un efecto vela en un paso tan alto que se lleva sobre los hombros, e incluso es peligroso ante cualquier resbalón".
El portavoz de la Archicofradía ha justificado la cancelación de otras procesiones a lo largo de la Semana, todas las del lunes, miércoles y jueves. Ha puesto como ejemplo la del Nazareno, con un paso de gran porte. "Te coge la lluvia por la calle y es imposible taparlo ni meterlo en ningún sitio por el recorrido. Es jugarse el patrimonio de la Semana Santa de Huesca", insistía.
De momento la previsión para el Domingo de Resurrección también es mala para que pueda salir la procesión del Cristo Resucitado. El portavoz de la Archicofradía confía en que el cierzo se lleve la borrasca.
El plan B ha sido la tónica en los últimos días. Las cofradías responsables de las procesiones que se han sido canceladas han preparado actos litúrgicos en el interior de sus iglesias. Lo mismo ha ocurrido este viernes. De hecho, ya existe un protocolo preparado.
En Santo Domingo se ha recreado el final del Santo Entierro, que concluye con la llegada del Cristo Yacente a la plaza y la entrada al altar mayor, de donde hoy no se ha movido. Han participado los romanos, que siempre hacen guardia aquí, la Guardia Civil, que lo acompaña en el recorrido, y el terno que preside la procesión, con el párroco de Santo Domingo (prior de la Archicofradía) a la cabeza. Las autoridades, que normalmente van detrás, también han estado en el templo, donde se ha leído un pasaje del Evangelio, rezado una oración y escuchado cantar a las sibilas. Y han tocado los Ministriles la música de la Semana Santa oscense. "Hacía falta agua y ya tenemos agua. Nosotros no tanto pero los agricultores estarán contentos", ha concluido Gómez, haciendo de la necesidad virtud.
