Encontronazo entre los Gobiernos de Aragón y de España por las autovías de Huesca

El director general de Carreteras acusa al Ministerio de duplicar el plazo necesario para acabar la A-23 y la Delegación del Gobierno replica que en seis años han impulsado 76 km de las autovías con 730 millones de inversión.

Vehículos circulando en el pasado puente festivo por el tramo entre Lanave y Sabiñánigo, pendiente de convertir en autovía.
Vehículos circulando en el pasado puente festivo por el tramo entre Lanave y Sabiñánigo, pendiente de convertir en autovía.
Verónica Lacasa

Los Gobiernos de Aragón y de España han protagonizado este lunes un nuevo encontronazo. Esta vez ha sido a cuenta de las autovías de la provincia de Huesca después de que el director general de Carreteras acusara al Ministerio de Transportes de duplicar el plazo necesario para acabar la A-23 entre Lanave y Sabiñánigo. Una estimación que la Delegación del Gobierno ha negado rotundamente recalcando que se trabaja "siempre según los plazos administrativos que marca la normativa"

La polémica se ha producido tras las retenciones que volvieron a sufrir el pasado fin de semana miles de conductores en la ida y vuelta del Pirineo a su paso por el tramo de la N-330 entre Lanave y Sabiñánigo, el único que todavía está sin obras en la A-23. 

En una comparecencia exprés a las puertas de la Subdelegación del Gobierno, el director general de Carreteras e Infraestructuras de la DGA, Miguel Ángel Arminio, ha exigido al Ministerio de Transportes acortar los plazos de construcción de esos últimos 8 kilómetros, que recientemente fueron adjudicados de manera provisional a la empresa Acciona por 101 millones de euros y cuya puesta en servicio está prevista para finales de 2029.

Para Arminio, el retraso que acumula este tramo es una muestra de la "falta de compromiso" del Gobierno central con las infraestructuras del Estado en la comunidad autónoma y ha puesto en foco en estos 8 kilómetros "que se convierten recurrentemente en un calvario para miles de conductores".

Para el director general, la situación es "intolerable" y se niega a aceptar "con resignación" los plazos dados para ejecutar una obra "que ya debería estar hecha hace tiempo, lo que provoca un enfado justificado de los conductores que se ven atrapados en ese cuello de botella por la dejadez del Ministerio, además de incrementar el riesgo de colisión y de accidentes”, denuncia. Todo ello, a su juicio, provoca un "efecto indeseado" para los intereses turísticos del Pirineo aragonés.

Arminio ha asegurado que un informe técnico interno de la Dirección General de Carreteras concluye que este tramo podría acabarse en 30 meses en lugar de los 60 anunciados por el Ministerio. En este sentido, fuentes del departamento han explicado que los técnicos de la DGA analizaron el plan de obra del proyecto y vieron "claramente" que se podía ejecutar en la mitad del plazo "superponiendo en el tiempo distintas unidades de ejecución en distintos puntos de la obra". Y aunque no han querido hacerlo público por no ser una infraestructura de su competencia, han recalcado que ese informe "existe y es concluyente".

Además, el director general de Carreteras e Infraestructuras ha aprovechado la comparecencia para criticar el retraso que sufren otras inversiones de la provincia como el último tramo de la A-22 entre Huesca y Siétamo, "cuya ejecución se ha postergado durante años y que ahora se encuentran en un ritmo mortecino”, afirma, además de las variantes de Jaca y Sabiñánigo. "La de Jaca ni está ni se la espera y la de Sabiñánigo está en ejecución, pero también a un ritmo de ejecución francamente lento”, ha añadido.

Horas después de estas críticas, la Delegación del Gobierno en Aragón ha respondido de forma contundente mostrando en primer lugar su "extrañeza" por las declaraciones del director general de Carreteras del Gobierno de Aragón respecto al tramo de la A-23 Lanave -Sabiñánigo, "ya que se hace referencia a un informe técnico interno sobre una vía de la que no es titular la Comunidad Autónoma, sino el Estado", subraya.

Además, niega las acusaciones de falta de inversiones del Gobierno de Pedro Sánchez en la provincia de Huesca recordando que el Ministerio de Transportes licitó el pasado mes de octubre las obras de este tramo por 115 millones de euros, "un presupuesto contundente que habla por sí solo del compromiso con esta infraestructura", subrayan. 

Y añaden que desde junio de 2018, el Ministerio ha puesto en servicio 36 km del corredor formado por las autovías A-21/A-22/A-23 (tras una inversión de más de 400 millones de euros) y otros 36 km están en ejecución o en período de licitación (sumando otros 330 millones de euros). 

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