Muere en Barbastro a los 102 años José Broto, uno de los fundadores de Montañeros de Aragón

Fue el tercer presidente en la historia del veterano club.

Pepe Broto fue uno de los fundadores de Montañeros de Aragón.
Pepe Broto fue uno de los fundadores de Montañeros de Aragón.
Montañeros de Aragón

El montañismo aragonés ha perdido a uno de sus pioneros. El día de Reyes falleció José Broto Llorens, más conocido como Pepe, a los 102 años de edad. Era uno de los socios fundadores del veterano club Montañeros de Aragón de Barbastro, con el carnet número 5, y el tercer presidente en la historia de la asociación, después de Luis Paúl Rámiz y Miguel Lacoma Mairal.

"Un fuerte abrazo a toda su familia y nuestros sentimientos de condolencia, descanse en paz", ha manifestado en sus redes sociales el club al despedir a su longevo miembro. Precisamente este año se cumple el 75 aniversario de la fundación de Montañeros de Aragón, que ha perdido al que era el último de sus pioneros y memoria de los primeros años de vida de la entidad.

Montañeros de Aragón ya reconoció en vida su contribución. En 2012 se rindió homenaje a los pioneros del montañismo en la capital del Somontano, así como a los colaboradores más fieles al club. Fue en una cena, que tuvo un cariz histórico ya que por primavera vez se reunió a varias generaciones para recordar los inicios en la posguerra, sus grandes hitos, sus excursiones al Cotiella, Aneto, la Maladeta, las invernales, el descubrimiento de los barrancos de la sierra de Guara y los trágicos sucesos. 

El acto sirvió para recordar a los fundadores todavía vivos, con la entrega de una estatuilla de bronce a los socios fundadores José Blasco, Miguel Lacoma, José María Figuerola, Luis Clavo, Pepe Broto y José María Arqué. 

Pepe Broto, en el centro, en un homenaje que le rindió el club a los pioneros.
Pepe Broto, en el centro, en el homenaje que rindió el club a los pioneros.
José Luis Pano

En aquel acto todos tuvieron palabras para el primer presidente de la entidad, Luis Paul, y para su desgraciado accidente mientras enseñaba a rapelar en las canteras del Pueyo, así como para la treintena de pioneros que inyectaron el virus del montañismo en una sociedad barbastrense que quería disfrutar de su privilegiado entorno natural en unos tiempos duros en lo económico y en lo social. Ya quedaban pocos, entre ellos Pepe Broto. Con él se va el testimonio vivo de muchas de las hazañas del emblemático club de montaña.

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