El belén de Boltaña esconde a varios de sus vecinos entre las 400 figuras del montaje

La instalación, en la iglesia, recrea diferentes escenas que pasan de la noche al día en una superficie de casi 80 metros cuadrados. Algunos años lo han visitado cerca de 6.000 personas. 

Una de las escenas recreadas en el belén de Boltaña.
Una de las escenas recreadas en el belén de Boltaña.
R. Ferreira

El belén de Boltaña se ha convertido en uno de los grandes atractivos de esta localidad de la zona de Sobrarbe durante la Navidad. Se coloca en la iglesia y se preparó por primera vez en diciembre de 2004, después de que un grupo de personas mayores que durante años se encargó de hacer un montaje de pequeñas dimensiones pasara el testigo a vecinos más jóvenes. Entre estos está Ramón Ferreira, que cuenta como hace casi dos décadas empezaron "con los medios que teníamos". Aún así, consiguieron disponer un nacimiento que ocupó 20 metros cuadrados. 

Poco a poco, las dimensiones se fueron agrandando, hasta multiplicarse por cuatro. El belén inaugurado en Boltaña el 2 de diciembre ocupa 80 m2 y cuenta con alrededor de 400 figuras; entre ellas hay algunas que tienen movimiento. Ferreira explica que hay cuatro ciclos de luces: el amanecer, el día, el atardecer y el anochecer, que se repiten mientras el montaje está en marcha. 

El belén tiene dos ríos con agua viva, el Jordán y el Nilo, montañas, pirámides, casas, animales y olivos, entre otros detalles. "Hay quien los hace con muñecos de play móbil o con palillos, pero nosotros elegimos la manera tradicional", indica Ferreira. Las figuras, lo más costoso en dinero, son de barro lienzado (con tejido), miden entre 12 y 18 centímetros y recrean los usos y costumbres de la Palestina  de hace más de 2.000 años, según indica el maestro belenista. También se representa el episodio de la huida a Egipto para huir de Herodes.       

Ferreira se encarga de hacer la maquetas. Para su construcción hay ocasiones en las que se utilizan materiales de montajes anteriores. También, y subido a los tablones, dirige el montaje. De él se encargan entre tres y cuatro personas, que forman parte de la Asociación Belenística 'Villa de Boltaña', donde hay unos 90 socios. "Yo trabajo todo el año en el belén, pero colocarlo cuesta aproximadamente un mes", explica el 'alma mater', quien destaca la "gran ayuda" que les brinda el Ayuntamiento. 

Con una fotografía

El belén monumental de Boltaña guarda, además, un secreto. En sus diferentes escenas hay figuras que tienen cara propia, la de los vecinos de la localidad que han querido quedar representados para la posteridad. "Hace unos 11 años surgió la idea de personalizar algunas y desde entonces hay quien se ha animado a hacerlo", indica Ramón Ferreira. Solo hace falta proporcionar una fotografía indicar la profesión; "Nosotros la mandamos a Jerez de la Frontera (Cádiz) y Pepe Guilloto la modela, con trajes y aperos adecuados a la época". 

Estas figuras, de las cuales hay en el montaje entre 10 y 12, cuestan 150 euros y pertenecen al vecino que las encarga. "Las guardamos en la Asociación, peor si algún día se la quiere llevar se la damos", apunta Ferreira.

Este año, el belén se ha colocado en el pasillo central de la iglesia, con los bancos a ambos lados. Para los visitantes es mejor, porque este emplazamiento permite contemplarlo desde todos los lados, pero para los montadores ha sido complicado a la hora de conseguir la perspectiva. La instalación forma parte de la Ruta del Belén de Aragón desde 2007. Está abierto al público los sábados, domingos y festivos de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 20.00. No obstante, entre semana la Oficina de Turismo de Boltaña organiza visitas guiadas para grupos de 10 personas como mínimo. Verlo es gratis, pero se admiten colaboraciones para ayudar a pagar los materiales. La afluencia varia entre 3.000 y 6.000 visitantes según los años. Solo ha dejado de colocarse una vez, la Navidad de la pandemia.  

 

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