¿A qué personas se rescata más en verano en el Pirineo?
La Guardia Civil ha elaborado un perfil de los accidentados en la montaña en los cuatro meses de la campaña estival.
La Guardia Civil tuvo que auxiliar este verano en el Pirineo y la sierra de Guara a 445 personas con un balance de 11 fallecidos, 236 heridos y 198 ilesos. Entre todas las personas que necesitaron la ayuda de sus unidades especiales, hay patrones que se repiten. Así, el perfil mayoritario corresponde al de un varón (en el 63,3% de los casos), con una edad comprendida entre los 41 a 50 años (19,5%) y que sobreestima sus posibilidades (53,1%).
En cuanto a tipología de las actividades, predomina el senderismo (52,2%), deporte que practica la mayoría, seguida del barranquismo (14,3%) y la progresión por terreno abrupto (12,7%), este más ligado a deportes de alta montaña.
El tipo de accidente más habitual son los tropiezos y caídas en el mismo nivel (35,9%) seguido de problemas físicos (16,34%) y las caídas en vertical (8,5%). Todos estos datos se desprenden del balance de la temporada estival, que ha presentado este lunes la Guardia Civil en Huesca, según la cual la mayoría de los rescates han estado relacionados con perfiles con poca experiencia en la realización de actividades de montaña, que han sobreestimado sus posibilidades y no han tenido en cuenta los riesgos que entraña.
El teniente Baín Gutiérrez, jefe del Área de Montaña de Jaca, niega que detrás de la mayor parte de los accidentes haya actitudes imprudentes. "Claro que ocurren, y también hay mala praxis en la planificación o la realización de las actividades, pero son porcentajes pequeños".
Asimismo, cree que desde la pandemia más gente ha descubierto la montaña y ha aumentado el número de practicantes. También se ha referido a las altas temperaturas de este verano. Han tenido que auxiliar a algún montañero por golpes de calor, pero sin consecuencias fatales.
De los 11 fallecidos desde el 1 de junio al 30 de septiembre, destacan los trágicos accidentes ocurridos en los barrancos. La sequía ha provocado menos auxilios en este deporte, pero algunas crecidas súbitas de caudal desembocaron en sucesos luctuosos.
El 19 de junio un joven francés de 28 años se ahogó en el barranco de La Peonera Superior, en el municipio de Bierge. Iba solo y tras denunciarse su desaparición, la Guardia Civil lo encontró sumergido en un sifón, donde había quedado atrapado a causa del fuerte caudal.
El accidente más trágico del verano ocurrió también en un barranco, el Gorgol, en Biescas, donde el 2 de septiembre perdieron la vida dos jóvenes de Zaragoza, de 31 y 34 años de edad, en plena DANA, que dejó precipitaciones de hasta 100 litros por metro cuadrado en la cabecera del valle de Tena.
En julio murió un senderista navarro de 58 años por un infarto en el pico Gamueta, en Ansó, y un montañero guipuzcoano de 67 años que se despeñó en Panticosa. En agosto fallecieron una montañera navarra de 30 años al precipitarse 400 m en el pico Montferrat, en Torla; y otro navarro de 52 años que se cayó 100 m en el Parque Posets-Maladeta.
Además, en septiembre falleció una montañera estadounidense de 65 años al despeñarse en la Canal de Fabetas, dentro del Parque Nacional de Ordesa, en el municipio de Torla; y un escalador de 56 años de edad y vecino de Barcelona al precipitarse al vacío en la Cresta de Llosas, una de las vías de ascenso al pico Aneto, en el término municipal de Benasque.
El teniente Bain Gutiérrez, jefe del Área de Montaña de Jaca, ha precisado que algunos de los 11 fallecidos rescatados no corresponden estrictamente a accidentes de montaña sino a auxilios realizados por el Greim debido a la compleja orografía del terreno. Es el caso del accidente laboral de un trabajador en las obras de la renovación de la vía en Caldearenas; o el del conductor de un quad ocurrido en la provincia de Zaragoza, atendido por personal de Huesca. También de los infartos, como el mencionado del senderista en el pico Gamueta y otro de un ciclista de BTT.
