De la tragedia del Yaga al Gorgol: las vidas perdidas en los barrancos de Aragón

Este año ya han muerto cuatro personas practicando barranquismo y en la última década el número de víctimas se eleva a 12.

Rescate en un barranco en Fanlo
Imagen de archivo del rescate en un barranco en Fanlo
Guardia Civil

El barranquismo ya se ha cobrado este año la vida de cuatro personas en la provincia de Huesca, las dos últimas el pasado sábado en el barranco Gorgol de Biescas, dos zaragozanos de 31 y 34 años. Antes, el 20 de junio un francés de 28 años murió ahogado en Bierge. Realizaba la actividad en solitario y quedó atrapado en un sifón. Y el 7 de mayo, en los estrechos de Balced, en Adahuesca, perdió la vida otro hombre de 69 años.

Todas tienen un denominador común, las crecidas del caudal y las fuertes corrientes por las tormentas, pese a las reiteradas advertencias sobre el peligro que supone adentrarse en un desfiladero con mal tiempo. Aunque no llueva en la zona, en unos minutos se puede convertir en una trampa mortal por el rápido desplazamiento de la corriente aguas arriba.

La mayor tragedia ocurrida en Aragón en esta práctica deportiva tuvo lugar el 2 de julio de 1988 con la muerte de cinco jóvenes franceses que realizaban un descenso por el cañón del Mirabal. Se supo del accidente al aparecer flotando varios cadáveres. Concretamente fue un vecino de Labuerda quien encontró los cuerpos aguas abajo, en el río Yaga, e incluso alguno fue localizado días después, ya en el embalse de Mediano.

La década siguiente también fue especialmente trágica para este deporte de aventura, que atrae cada año a miles de practicantes hasta los estrechos de la Sierra de Guara y el Pirineo. Según datos de la Guardia Civil, entre 1990 y 1999 murieron 32 barranquistas: 24 se ahogaron en Guara y la comarca del Sobrarbe, en la zona de influencia del Greim de Jaca hubo siete fallecidos, y en la de Benasque, uno. 

Uno de los accidentes más graves se produjo en agosto de 1998, también en el río Yaga, en la comarca del Sobrarbe. Dos ciudadanos franceses, padre e hijo, fallecieron a la altura de Puértolas. El patrón se repitió: una tormenta en la parte superior del barranco causó una fuerte subida del caudal que cogió por sorpresa a Julien Morand, de 15 años, que fue arrastrado por la fuerza de la corriente y a su padre, Jean Marie Morand, que corrió la misma suerte al intentar ayudar a su hijo. 

Otras tres personas también de nacionalidad francesa, una madre y dos hijos menores que formaban parte del mismo grupo, pudieron salvarse al permanecer en una zona más alta y sujetos a una cuerda. Los tres supervivientes, que fueron testigos de la tragedia, permanecieron dos horas inmovilizados hasta que el caudal del río comenzó a decrecer.

En 2015, igualmente en la comarca del Sobrarbe, se produjo otro accidente con dos víctimas. Una pareja de Málaga de 47 y 35 años se ahogó al quedar los dos anclados por las cuerdas en los rápidos de una garganta en Torla. 

Ni los más expertos pueden a veces combatir la fuerza del agua, como ocurrió hace dos años, cuando perdió la vida una joven de Barbastro, especialista en la actividad y que de hecho había sido vocal de barrancos del club Montañeros de Aragón. Quedó inmovilizada en una roca en el cañón de Lapazosa, también en Torla. 

En la última década han perdido la vida 12 personas practicando barranquismo. Desde mayo desde 2021 no se producía ningún accidente fatal, pero este año, en poco más de un mes, se registraron dos nuevas víctimas en la sierra de Guara, tragedias a las que se suma la ocurrida este sábado en el barranco Gorgol. 

Las advertencias han venido de muchas instituciones. El propio Parque Natural de la Sierra de Guara, el paraíso de los barranquistas, lanzaba en julio una recomendación sobre la importancia de consultar el nivel de los caudales antes de practicar barranquismo en cualquiera de los sectores, dadas las condiciones "excepcionales" que presentan actualmente, ya que la pluviometría registrada en el mes de junio aumentó el caudal a niveles más elevado de lo que es habitual.

También la CHE advierte del riesgo del aumento de caudal en barrancos con cada episodio de tormentas, y lo volvió a hacer el viernes pasado. Y la campaña Montaña Segura recomienda siempre extremar la precaución, que en el caso de esta modalidad pasa en primer lugar "por saber bien cómo está el barranco en cuanto a caudal".

Barranco "no recomendado"

El descenso del Gorgol, en el valle de Tena, era uno de los "no recomendados" el sábado para su práctica debido a las condiciones meteorológicas, con la probable subida del caudal por las intensas lluvias. Así figura en la página web Barrancos/Canyoning, creada por la Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT) Pirineos-Pyrénées, precisamente como una herramienta de ayuda para los practicantes de esta actividad deportiva a ambos lados de los Pirineos.

Esta página establece distintos estados en función de las condiciones de los cañones y el Gorgol figuraba el 2 de septiembre como "no recomendado". Era el único de los 10 sometidos a seguimiento en España que tenía esta consideración, mientras que en otros se aconsejaba "precaución" o "precaución extra". Este último caso era el del Vero, en Alquézar.

LA AECT instaló una red de cámaras experimental para monitorizar 16 barrancos de ambos lados de la cordillera con el objetivo de vigilar la evolución de sus caudales y evaluar de manera más precisa el peligro de la actividad para, por ejemplo, alertar de las crecidas a los usuarios a través de una página web.

Avisos por tormentas incluso en la carretera

El alcalde de Sallent de Gállego, municipio vecino al lugar del suceso, no se explica por qué el grupo de los dos fallecidos, que iban acompañados de otras ocho personas, se metió en el barranco en estas circunstancias. Jesús Gericó recordó que había avisos por el temporal "incluso en los paneles informativos de la carretera". En Biescas, en el acceso por la A-136, la señalítica recomendaba a los usuarios precaución por fuertes tormentas.

De hecho hace dos días se decidió suspender la Trail Valle de Tena, prevista para el sábado, porque no se podía garantizar la seguridad de los participantes, voluntarios y asistentes. Fue el pasado jueves cuando los organizadores, ante la llegada de la DANA este fin de semana al Pirineo aragonés, cambiaron sus planes ya que se esperaban importantes precipitaciones y alta probabilidad de tormentas en el valle de Tena.

El 90% va con guía

El 90% de los practicantes de barranquismo van con guía, pero este no era el caso de las dos últimas víctimas en la sierra de Guara. Además, el joven francés realizaba la actividad en solitario, algo muy poco habitual en este deporte, que le añade un plus de riesgo.

El barranquismo es la tercera actividad donde se producen más rescates, por detrás del senderismo y la alta montaña. En el 2022 concentró 69 auxilios (26 más que los doce meses anteriores), con 105 personas atendidas.

Según un estudio de la campaña Montaña Segura, en el 60% de los casos el deportista sobreestimó sus posibilidades. Más de la mitad de los salvamentos (55%) se realizaron en los meses de julio y agosto y un 47% en fin de semana. Respecto a la procedencia, destaca con mucho Francia (37%), seguida de Aragón y Cataluña (18% cada una).

Pese a lo ocurrido con las víctimas de Adahuesca, Bierge y Biescas, en el 92% de los rescates el accidente ocurrió en condiciones meteorológicas no adversas, con tiempo despejado y sin precipitaciones. Y es que la mayor parte tienen que ver con lesiones por saltar a pozas sin haber comprobado antes la profundidad o porque no son caminos sino medios resbaladizos donde no siempre ves donde pisas. 

El 60% del centenar de accidentados tenía fracturas, esguinces o contusiones; un 32% estaban ilesos; y un 8% afectados por hipotermias, insolaciones, agotamientos o deshidrataciones. Pero cuando está de por medio una crecida súbita las consecuencias pueden ser fatales.

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