Orgullo de la tierra y mucho calor en la ofrenda a San Lorenzo en Huesca

Un año más, el desfile se convirtió en una pasarela llena de tradición y de homenaje al santo en el último día de las fiestas. 

Los participantes en la ofrenda han corrido desde la avenida Monreal hasta la plaza San Lorenzo.
Los participantes en la ofrenda han corrido desde la avenida Monreal hasta la plaza San Lorenzo.
Verónica Lacasa

Cientos de personas han participado este martes en la ofrenda de flores y frutos a San Lorenzo en la última jornada de las fiestas de Huesca. El calor no frenó las ganas de los oscenses de acudir a saludar al patrón luciendo los trajes tradicionales de la tierra y el blanco y verde del atuendo laurentino que durante siete días ha definido a la ciudad.

La alcaldesa, Lorena Orduna, ha encabezado el desfile luciendo un traje de Fraga, con un mantón de 200 años de antigüedad, una falda hecha a medida y un abanico de anticuario. Iba acompañada de su marido y sus hijos, que vestían trajes tradicionales del Alto Aragón. Tras ella estaban  concejales de todos los grupos políticos municipales (PP, PSOE y Vox), que portaban el cuadro de flores con el emblema del Ayuntamiento en blanco sobre verde. 

Les han seguido las mairalesas de los barrios y las peñas. Una de ellas, Lorena Garvín, ha lucido un traje de ansotana, indumentaria que se distingue por la robustez de sus telas. La joven estaba preparada para soportar los 32 grados que marcaba el termómetro a las 19.00, cuando ha empezado el recorrido de la ofrenda. "Estoy acostumbrada porque salgo todos los años con el grupo Elenco", ha dicho. 

Su acompañante, Jorge Ibor, ha vestido un traje de alcalde ansotano, con capa, fajín, chaleco y sombrero. Ha sido su segunda ocasión en este desfile. La primera fue cuando era niño. Ha elegido este atavío, a pesar del calor, porque "lo vi el año pasado y me gustó". 

El Grupo Folclórico Elenco ha encabezado la pasarela. Entre la avenida Monreal y la plaza de San Lorenzo, Javier Badules ha dejado oír su portentosa voz en forma de jota. Es el único jotero altoaragonés que tiene dos premios extraordinarios del Certamen Oficial de Jota de Zaragoza y delante de la peana del santo improvisó una letra relativa a los fuegos artificiales preparados para la noche. Después, ha contemplado con orgullo la ‘Danza de los pañuelos’, que ha culminado con éxito un grupo de bailadores muy jóvenes.

La indumentaria ansotana, de hombre y de mujer, ha abundado en la ofrenda. Esperanza Arellano y su hijo, Jorge Lanuza han vestido un traje de cofradía y un traje de fiesta, respectivamente. El joven sale en la ofrenda del 15 de agosto desde que tenía cinco meses (hoy tiene 29 años). Su progenitora, desde unos cuantos más.

No ha sido el caso de un grupo de vecinos de Huesca ecuatorianos, denominado ‘Juventud Unida’, que ha salido este 15 de agosto por vez primera. Sus 15 componentes ha lucido trajes de cayambeños, antigua cultura de su país que rendía culto al sol para agradecer la cosecha. Wilson Analuisa vive en la capital oscense desde hace 23 años y ha  comentado que hace tiempo que "queríamos participar para mostrar nuestra tradición y llevarle albahaca a San Lorenzo".

Han llamado la atención sus sombreros de lana almidonados y los zamarros de piel de alpaca y oveja que cubrían las piernas de ellos y que se utilizaban para ir a caballo. Las mujeres han llevado blusas blancas bordadas, un chal y dos faldas plisadas, también de recia lana. Tras todos ellos, que han portado la bandera de Ecuador, han ido otras dos jóvenes con una nevera llena de botellas de agua.

Abanicos 

También se han agradecido los abanicos. Josefina Murillo ha completado con uno su traje de fiesta de Fraga, con enaguas, falda brocada, camisa blanca y un mantón de Manila. Su hermana, Miriam, ha vestido  igualmente de fragatina, pero ha portado un bobiné, chal corto bordado. Sobre su cabeza, el peinado de picaporte.

Pablo Castel de la Agrupación Acordanza, ha realizado una vez más la explicación de los trajes regionales de quienes han llegado hasta la plaza para depositar su dádivas. Unos han llevado flores, otros, ramos de albahaca o cestas con productos de la huerta oscense. Allí los han recibido los componentes de la Real Cofradía de San Lorenzo. Francisco Barreña, cofrade y exprior de la hermandad leyó la oración al santo.

Marta Costas y María Calvo, tía y sobrina, se han estrenado en el desfile con trajes hechos por la madre de la primera. "Son de faena y los llevamos porque somos de familia de labradores", ha explicado la primera. Su hijo, de 6 años, ha vestido el atuendo que era de su padre y que, además de bastón, incluía una pequeña bota "con un refresco Aquarius", ha señalado con desparpajo Javier Escolano.

Natalia López y su hermana Ruth han elegido trajes de Ansó. "Somos montañesas y nos gusta la indumentaria pirenaica, que tiene un vestido para cada ocasión y edad", han comentado.

El trayecto, por el Coso, ha estado amenizado por los grupos folclóricos, los danzantes de Bujaraloz y la Agrupación de Danzantes de Huesca, que cerró la ofrenda con la Banda de Música de Huesca.

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